| dc.description.abstract | Los descubrimientos científicos antecedieron y cimentaron el surgimiento de nuevas representaciones visuales artísticas desde el campo de la física, la química, la fotografía, etc. Nos interesan las representaciones en base a fragmentaciones secuenciadas que permitieron congelar el movimiento y lo desdoblaron como atrapándolo en las expresiones y representaciones bidimensionales. Permitiendo primero al cubismo, sobretodo en su faz sintética, representar esa cuarta dimensión el tiempo en las obras. Y luego al dadaísmo, la representación de lo múltiple, lo irónico y la reivindicación nihilista de la duda constante. Nos referiremos a la Cronofotografía y al Collage, que permitieron el juego con imágenes fragmentadas, en principio acromáticas y luego de colores. En la Cronofotografía, fue central el aporte del francés Etienne Marey, quien luego de estudiar medicina se dedico a la investigación y a la fotografía. Estudió los fluidos de la sangre y luego el movimiento. Su trabajo permitió grandes avances de la ciencia y de la reproducción de la imagen. Primero empleó la técnica del método gráfico, fotográfico y avanzó al fílmico. La cronofotografía logro plasmar la huella del movimiento y pudo congelar los pasos de un hombre, un caballo y el vuelo de las aves. En cuanto al Collage, para encontrar sus raíces debemos remontarnos a China, Japón y Egipto, a la anamorfosis del barroco o el trompe l´oeil del manierismo pero su punto culmine, sin duda alguna fue en el siglo XX, en el despertar de las vanguardias artísticas. El uso del collage por los precursores cubistas, Pablo Picasso y George Bracque, produjo el advenimiento del Cubismo Sintético, reestructurándose así el espacio pictórico. La obra Naturaleza muerta con silla trenzada de Picasso de mayo de 1912, muestra la superposición de los elementos bidimensionales: recortes de papel de periódico, papeles pintados, de paquetes de tabaco perfectamente relacionados entre sí. | |
