dc.description.abstract | El uso de ligantes o aglomerantes naturales se remonta a la antigüedad, obteniéndolo de suelos cohesivos y posteriormente amasados con agua, permitían el moldeo de piezas que endurecían al secarse, las que comúnmente conocemos como "adobes", aunque de escasa durabilidad al contacto con la humedad. Estos mismos elementos resultaban durables a través de un proceso de cocción por calor, dando origen a los materiales "cerámicos". Éstos eran unidos entre sí mediante mezclas de poder adhesivo, de tierras calcáreas calcinadas y mezcladas con arena, que endurecían por secado al contacto con el aire .
Uno de los materiales fundamentales para que las estructuras tuvieran mayor resistencia eran las fibras, por ello las civilizaciones antiguas mezclaban fibras naturales como pasto, fique, junco o pelo animal con el adobe o barro; materiales que minimizaban su tendencia a la fisura y mejoraban el desempeño del material frente a la tensión.
Las fibras como tal, son elementos delgados de longitud corta y diámetro pequeño .
No existe algún trabajo de investigación referido al uso de filamentos de acero en mezclas de hormigón, sería conveniente señalarlos en este acápite. | |