dc.creatorDerisi, Octavio Nicolás
dc.date.accessioned2022-07-04T11:12:59Z
dc.date.accessioned2022-07-04T11:13:04Z
dc.date.accessioned2022-09-29T16:43:55Z
dc.date.available2022-07-04T11:12:59Z
dc.date.available2022-07-04T11:13:04Z
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dc.date.created2022-07-04T11:12:59Z
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dc.date.issued1981
dc.identifierDerisi, O. N. Ser y duración [en línea]. Sapientia. 1981, 36 (139). Disponible en: https://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14342
dc.identifier0036-4703
dc.identifierhttps://repositorio.uca.edu.ar/handle/123456789/14342
dc.identifier.urihttp://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/3794644
dc.description.abstractResumen: El ser, fundamento de todo problema El ser no puede ser definido, pues es la noción más evidente, más universal y primera, que no tiene por encima de ella una noción genérica que se determine por una diferencia específica; y a la vez es una noción que está en todas y cada una de las notas de cualquier realidad, aún en las más determinadas e individuantes, a las que esclarece y da sentido, ya que sin el ser cualquier nota real —actual o posible—, quedaría reducida a la nada absoluta. Es la nota más abstracta y a la vez paradojalmente la más concreta, pues nada hay que no sea de alguna manera ser. Más aún, a diferencia de otros objetos de estudio, el ser no está puesto delante del ser interrogante, está también dentro del sujeto de la misma pregunta sobre el ser. Tratamos, pues, no de definir, sino de tomar conciencia de esta realidad que está presente y confiere realidad a toda realidad concreta, de esta noción que es la luz que ilumina todo otro concepto. Cualquier concepto es siempre un modo de ser. El ser es lo mismo que lo que es o existe o puede existir; es lo opuesto a la nada. La existencia es lo mismo que el ser o perfección, el acto de ser, aquello por lo cual un determinado ser —esencia— es o no es nada. De aquí que sólo desde el ser se pueda plantear el problema del ser y de su aprehensión, porque sobre la nada, nada se puede preguntar, y la nada nada puede preguntar. El mismo problema gnoseológico o del conocimiento del ser supone ya en su planteo el ser y su aprehensión cognoscitiva, ya que sin ellos el problema no podría ser ni formularse. Somos y conocemos el ser. El ser simplemente es, se impone, como dice Lavelle y él y su aprehensión son el fundamento, sin el cual ningún problema puede plantearse, ni tiene ni siquiera sentido.
dc.languagespa
dc.publisherPontificia Universidad Católica Argentina. Facultad de Filosofía y Letras
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
dc.rightsAcceso abierto
dc.sourceSapientia. 1981, 36 (139)
dc.subjectSER
dc.subjectDIOS
dc.subjectESENCIA
dc.subjectETERNIDAD
dc.subjectTEMPORALIDAD
dc.titleSer y duración
dc.typeArtículos de revistas


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