Artículos de revistas
Algo más sobre el movimiento local
Fecha
1987Registro en:
0036-4703
Autor
Bolzán, Juan Enrique
Institución
Resumen
Resumen: Después de haber intentado establecer los fundamentos de una ontología
de la naturaleza 1 queremos ahora aplicarlos a un tema tan clásico cual es el
del movimiento local; con el doble objetivo de intentar avanzar en el tema
mismo, y de poner a prueba aquella ontología.
ARISTOTELES Y EL MOVIMIENTO LOCAL
No vamos a exponer aquí la conocida teoría de Aristóteles, lo cual sería
altamente impertinente; pero sí queremos resumir aquello que, desde una posición
aristotélica —esto es: desde dentro mismo de los textos del Estagiritaaparece
como descuidado en el caso del movimiento local, retomando para ello
brevemente cuanto en otro lugar hemos expuesto más por menudo. 21 SeLlaittbamos
entonces que la unanimidad con que se acepta cual definición de 'movimiento'
la de Phys., 201 a 10: "El acto de lo que está en potencia, en tanto que
tal", puede hacer perder de vista que es ésa, en verdad, una definición de
cambio en general; debiendo buscarse más adelante, en Phys., 226 a 1 ss., la
aplicación al movimiento de traslación: "En sentido estricto, está en movimiento
lo que se mueve con relación al lugar". A su vez, esto nos lleva a la necesidad
de definir el lugar; el cual, siendo concebido cual "límite inmediato e inmóvil
del continente" (Phys., 212 a 20) resulta, al cabo, "una superficie, una suerte
de recipiente" (Phys., 212 a 28). Mas entonces aparece una dificultad insuperable
en este contexto, pues si sólo se trata de una superficie, ¿qué sentido
tiene pasar de "un lugar" a "otro", ambos definidos igual y exclusivamente en
función de un límite, de una superficie? Porque si el lugar queda solamente
caracterizado por una relación extrínseca entre esas entidades geométricas que
son las superficies, no podrá existir alteridad que las distinga —no al menos
naturalmente— ni movimiento local que se justifique.