Artículos de revistas
El personalismo de Santo Tomás
Fecha
1990Registro en:
0036-4703
Autor
Forment Giralt, Eudaldo
Institución
Resumen
Resumen: 1. El problema de la persona
La filosofía moderna, aunque pueda parecer extraño, en general, no se ha
ocupado del tema de la persona. No se ha procurado esclarecer su esencia,
ni explicar su gran dignidad. Igual que la antigua, no ha sido insensible a la
problemática, del hombre, incluso a veces se ha vislumbrado algo de su valor,
pero, en cambio, casi siempre se ha silenciado su dimensión personal.
Unicamente el personalismo contemporánea, queriendo entroncar con, toda
la tradición filosófica cristiana, y hasta teológica, parece considerar al hombre
como persona y exaltar su valía sobre todos los demás entes, que son, por tanto,
impersonales. Bajo esta denominación de "personalismo" se nombra a posiciones
muy diversas, de tal manera que se habla de "personalismos" o de "corrientes
personalistas".1 Todas ellas, sin embargo, tienen como denominador común la
afirmación de la preeminencia de la persona sobre todo lo demás.
Alrededor de los años treinta, Emmanuel Mounier, el personalista más
conocido y que consiguió que esta posición tuviese un auge notable, manifestaba
que : "Llamamos personalismo a toda doctrina y a toda civilización que
a.firma el primado de la persona humana sobre las necesidades materiales y
sobre los mecanismos colectivos que sustentan su desarrollo".2 Sin embargo, añadía
que la persona, por no ser una "cosa", una substancia, es indefinible. Según
los personalistas, ni la ciencia, ni la filosofía, pueden comprender a la persona,
porque no es ni puede ser un objeto, como las otras realidades.3 Unicamente es
posible describirla como un principio de imprevisibilidad, ya que lo que la
constituye formalmente es la libertad de elección.