Artículos de revistas
La vida política como instancia perfectiva del hombre
Fecha
1994Registro en:
0036-4703
Autor
Yacobucci, Guillermo Jorge
Institución
Resumen
Resumen: La oposición entre ética y política, propia del pensamiento moderno,
ha llevado a interpretar la convivencia social como un puro
fenómeno de fuerza y dominación, fundado en la sola voluntad de los
individuos y ajeno cuando no contrario al perfeccionamiento humano.
Si bien El príncipe de Maquiavelo aparece como referencia histórica
de esa dicotomía, quien la ha expuesto con caracteres propios
de nuestro tiempo ha sido a mi entender Max Weber. En su conferencia
"Politik als Beruf" dice que aquel que desea la salvación del
alma, no debiera intentar conseguirla por la vía política, pues los
actos propios de ella solo pueden llevarse a cabo mediante la fuerza,
ya que en definitiva el Estado, tal como lo explicara Trosky, no es
más que una relación de hombres que dominan a otros por medio
de la violencia legitimada.'
También el pensamiento pactista supone como verdadero este
principio, que desarrolla a través de las nociones de "estado de naturaleza"
y "contrato social", expuesto tanto en las obras de Hobbes 2
o Rousseau,3 cuanto en sus análisis actuales. Así, mientras Hans Kelsen
señala que es la misma naturaleza humana la que en su ansia de
libertad se subleva contra la sociedad, Nozick plantea que solo puede
resultar legítimo un "estado mínimo", semejante a una agencia de
protección de individuos en un territorio.