Libros
Miguel Ángel Bustos en el filo de todo
Fecha
2018Registro en:
978-987-778-847-1
Autor
Arancet Ruda, María Amelia
Institución
Resumen
Para el género narrativo, la figura representativa es el “él”. Por otro
lado, para el drama es el “tú”, y finalmente para la lírica es el “yo”.
En el género narrativo las acciones que suceden en un más allá del
narrador, en lo otro, estas transformaciones del mundo, se vuelven
la materia de lo relatado y crean el universo diegético. En cambio,
en el género dramático, el elemento esencial es la apelación al
interlocutor, los retruécanos de la palabra, algo que se dice y se
responde manteniendo cierto estado de tensión. Por su parte, en la
lírica el peso está puesto en el yo, es decir, en la subjetividad del
enunciado, en la presencia y el desarrollo de la voz que dice. Es el
cuerpo del que habla el que se pone en escena, un cuerpo que dice,
que brilla y se ensombrece.
El enigma de la lírica parece esconderse ahí, en esa subjetividad
que ha tomado la palabra para erguirse y a la vez ocultarse. La
palabra va y vuelve en un movimiento que escribe y va borrando
huellas. Este movimiento entre el esplendor y la oscuridad, entre la
presencia y la ocultación pone en evidencia la crisis del sujeto con el
lenguaje, el problema entre lo sensible y lo que se siente, en otros
términos, entre la mismidad (el deseo) y la alteridad (la decepción)...