Actas de congresos
Virtud y política en el movimiento católico del ochenta
Fecha
2014Registro en:
Autor
Sánchez de Loria Parodi, Horacio M.
Institución
Resumen
Resumen: El fin propio de la política en la doctrina de Santo Tomás de Aquino es el bien común, entendido como el bien vivir temporal basado en la virtud, agente por excelencia que junto a la amistad cívica enriquece los vínculos sociales, teniendo en cuenta que el fin último de la persona humana es la vida eterna. En la doctrina política tomista, como vemos, la virtud ocupa un lugar central y así el Aquinate ha sintetizado los contenidos del bien común inmanente al reseñar las responsabilidades del gobernante: 1) instituir a la multitud en la unidad de la paz; 2) promover la vida virtuosa (ya sea a través de las leyes, las costumbres, las conductas y los actos ejemplares) y 3) procurar la existencia de bienes materiales suficientes para una vida virtuosa. El poder político se legitima, entonces, en la medida en que tiende a configurar dinámicamente un clima de virtud en todos los órdenes sociales, siempre en vistas del fin último trascendente, y en el marco de las mejores tradiciones de cada comunidad política concreta. Precisamente entre nosotros el movimiento católico del ochenta del siglo XIX fue un ejemplo concreto que advirtió a sus contemporáneos sobre la necesidad de fundar la vida política en las virtudes y más allá del cambio de circunstancias, sus reflexiones y propuestas guardan una notable actualidad. Destacaron tres ámbitos: la forma de gobierno, la familia y la educación.