dc.creatorMarín-Usuga, Martin René
dc.creatorCasamitjana Causa, Maria
dc.creatorLoaiza-Usuga, Juan Carlos
dc.date.accessioned2016-10-25 00:00:00
dc.date.accessioned2022-06-17T20:19:18Z
dc.date.accessioned2022-09-29T14:57:32Z
dc.date.available2016-10-25 00:00:00
dc.date.available2022-06-17T20:19:18Z
dc.date.available2022-09-29T14:57:32Z
dc.date.created2016-10-25 00:00:00
dc.date.created2022-06-17T20:19:18Z
dc.date.issued2016-10-25
dc.identifier1794-1237
dc.identifierhttps://repository.eia.edu.co/handle/11190/4990
dc.identifier10.24050/reia.v13i25.1020
dc.identifier2463-0950
dc.identifierhttps://doi.org/10.24050/reia.v13i25.1020
dc.identifier.urihttp://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/3780106
dc.description.abstractEste artículo aborda las políticas de modernización agropecuaria colombiana desde el período 1996 - 2008, el cual estuvo expuesto a un cambio extremo en la tendencia de crecimiento de los factores agronómicos de productividad total (PTF) y sufrió uno de los períodos más violentos en Colombia. Este trabajo toma en consideración el sistema de crédito respaldado por el Estado que existía y tenía como objetivo permitir al sector agrícola competir con los mercados externos, buscando el equilibrio entre las medidas encaminadas a aumentar la competitividad del sector agrícola y las dirigidas al bienestar rural. En este contexto, Colombia está trabajando para aumentar la competitividad del sector agrícola; sin embargo, más del 95% de los recursos se proporcionan sobre la base de criterios financieros y menos del 5% se dirigen a otras necesidades. La financiación a través del crédito explica un aspecto de la evolución de la producción agrícola colombiana. Es por ello que los pequeños agricultores con un alto nivel de capital social tienen que competir utilizando las mismas reglas que los grandes productores, exportadores y productores emergentes, todos ellos favorecidos como sectores políticamente estratégicos en el Tratado de Libre Comercio (TLC). Esto crea un paisaje agrícola complejo, debido a que pretende mantener a los productores grandes, medianos y pequeños, mientras que el volumen de dinero otorgado no es proporcional al número de beneficiarios. Lo anterior significa que, en algunos casos, las políticas sociales agrícolas son ineficaces, perpetuando la agricultura de subsistencia con bajos niveles de tecnología y productividad. Sin embargo, existen algunas excepciones, como en el caso de los productores de café, banano, papa y arroz, apoyados por asociaciones de productores, que les permiten tener cierto peso político y, por consiguiente, mayor competitividad. Por esta razón, las experiencias del TLC deben ser revisadas desde un punto de vista técnico, económico y social.
dc.description.abstractEste artículo aborda las políticas de modernización agropecuaria colombiana desde el período 1996 - 2008, el cual estuvo expuesto a un cambio extremo en la tendencia de crecimiento de los factores agronómicos de productividad total (PTF) y sufrió uno de los períodos más violentos en Colombia. Este trabajo toma en consideración el sistema de crédito respaldado por el Estado que existía y tenía como objetivo permitir al sector agrícola competir con los mercados externos, buscando el equilibrio entre las medidas encaminadas a aumentar la competitividad del sector agrícola y las dirigidas al bienestar rural. En este contexto, Colombia está trabajando para aumentar la competitividad del sector agrícola; sin embargo, más del 95% de los recursos se proporcionan sobre la base de criterios financieros y menos del 5% se dirigen a otras necesidades. La financiación a través del crédito explica un aspecto de la evolución de la producción agrícola colombiana. Es por ello que los pequeños agricultores con un alto nivel de capital social tienen que competir utilizando las mismas reglas que los grandes productores, exportadores y productores emergentes, todos ellos favorecidos como sectores políticamente estratégicos en el Tratado de Libre Comercio (TLC). Esto crea un paisaje agrícola complejo, debido a que pretende mantener a los productores grandes, medianos y pequeños, mientras que el volumen de dinero otorgado no es proporcional al número de beneficiarios. Lo anterior significa que, en algunos casos, las políticas sociales agrícolas son ineficaces, perpetuando la agricultura de subsistencia con bajos niveles de tecnología y productividad. Sin embargo, existen algunas excepciones, como en el caso de los productores de café, banano, papa y arroz, apoyados por asociaciones de productores, que les permiten tener cierto peso político y, por consiguiente, mayor competitividad. Por esta razón, las experiencias del TLC deben ser revisadas desde un punto de vista técnico, económico y social.
dc.languagespa
dc.publisherFondo Editorial EIA - Universidad EIA
dc.relationhttps://revistas.eia.edu.co/index.php/reveia/article/download/1020/983
dc.relationNúm. 25 , Año 2016
dc.relation117
dc.relation25
dc.relation99
dc.relation13
dc.relationRevista EIA
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightshttp://purl.org/coar/access_right/c_abf2
dc.rightsRevista EIA - 2016
dc.sourcehttps://revistas.eia.edu.co/index.php/reveia/article/view/1020
dc.subjectdesarrollo rural
dc.subjectAmérica Latina
dc.subjectpolítica agrícola
dc.subjectTratado de Libre Comercio
dc.subjectagricultura colombiana
dc.titlePOLÍTICAS DE MODERNIZACIÓN AGROPECUARIA Y DESARROLLO RURAL EN COLOMBIA (1996-2008)
dc.typeArtículo de revista
dc.typeJournal article


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