Influencia del ángulo kappa sobre los resultados visuales en pacientes operados con lentes multifocales
Fecha
2021Registro en:
instname:Universidad Autónoma de Bucaramanga - UNAB
reponame:Repositorio Institucional UNAB
Autor
Moreno Polit, Juan José
Resumen
El cristalino es una estructura transparente y biconvexa ubicada posterior al iris y anterior al cuerpo vítreo. El cristalino está suspendido en su posición por fibras delicadas pero fuertes, llamadas fibras zonulares o zónulas de Zinn) que lo sostienen y adhieren al cuerpo ciliar. Los componentes del cristalino son la cápsula, el epitelio, la corteza y el núcleo (1).
La lente sigue creciendo a lo largo de la vida. Al nacer, mide aproximadamente 6,4 mm ecuatorialmente y 3,5 mm anteroposteriormente y pesa aproximadamente 90 mg. En los adultos mide típicamente 9-10 mm en su ecuador y aproximadamente 5 mm anteroposteriormente y pesa aproximadamente 255 mg. Con la edad, aumenta el grosor de la corteza cristalina; adoptando una forma cada vez más curva para tener más poder refractivo. Sin embargo, el índice de refracción disminuye con la edad, probablemente como resultado de la creciente presencia de proteínas insolubles. Por tanto, el ojo puede volverse más hipermétrope o más miope con la edad, dependiendo del equilibrio de estos cambios opuestos (1). La cápsula del cristalino, muy importante en la cirugía de cataratas porque soportará el cristalino intraocular, es una membrana basal elástica y transparente que está formada por colágeno tipo IV y otras proteínas de la matriz, producidas por células epiteliales. La cápsula contiene la lente y es capaz de cambiar su forma durante los cambios de acomodación. La capa exterior de la cápsula del cristalino, llamada laminilla zonular, también sirve como punto de unión para las fibras zonulares. La cápsula del cristalino es más gruesa en las zonas preecuatoriales anterior y posterior y más fina en la parte central de su polo posterior, donde puede medir solo 2-4 μm. La cápsula anterior del cristalino es considerablemente más gruesa que la cápsula posterior al nacer y su grosor aumenta con la edad (1). A medida que el cristalino envejece, aumenta su masa y grosor y, a su vez, disminuye su poder de acomodación. A medida que se forman nuevas capas de fibras corticales de forma concéntrica, el núcleo se comprime y se endurece, en un proceso conocido como esclerosis nuclear. La modificación química y la escisión proteolítica de las proteínas del cristalino dan como resultado la formación de agregados de proteínas de alto peso molecular.
Estos agregados pueden ser lo suficientemente grandes como para causar fluctuaciones abruptas en el índice local de refracción de la lente, dispersando la luz y reduciendo la transparencia. La modificación química de las proteínas del cristalino nuclear también aumenta la opacidad, de modo que el cristalino se vuelve cada vez más amarillo o marrón con la edad. Otros cambios relacionados con la edad incluyen la disminución de las concentraciones de glutatión y potasio y el aumento de las concentraciones de sodio y calcio en el citoplasma de la célula del cristalino (2-3). La invención de la técnica de facoemulsificación por Charles Kelman en 1967 marcó el comienzo de la era moderna de la cirugía de cataratas. Aunque inicialmente encontró una fuerte resistencia, la facoemulsificación ganó popularidad en la década de 1990. En este procedimiento, se utiliza una punta accionada por ultrasonidos para emulsionar el núcleo de la lente y eliminar fragmentos con un sistema de aspiración automático. Este cambio de paradigma permitió que la cirugía de cataratas se realizara a través de incisiones corneales relativamente pequeñas, lo que resultó en una menor incidencia de complicaciones relacionadas con la herida y pérdida de vítreo, además de una recuperación visual más rápida. Este avance también coincidió con la invención de los dispositivos viscoquirúrgicos oftálmicos, la evolución del diseño de lentes intraoculares y la transformación de la cirugía de cataratas en un procedimiento ambulatorio (5)
Desde 1949, cuando Harold Ridley implantó la primera lente intraocular, el polimetilmetacrilato (PMMA) fue el material de elección para lentes y la "regla empírica" por la que se juzgaron otros materiales. Utilizando un material rígido como el PMMA, el diámetro mínimo de la óptica es de 5 mm y por tanto la herida tenía que tener una dimensión similar. Para preservar las ventajas de una pequeña incisión de facoemulsificación, se han desarrollado varios materiales que permiten plegar la LIO (6).