Metodología de la investigación jurídica
Registro en:
978-958-8981-45-1
Autor
Hernández Díaz, Carlos Arturo
Ortega Gomero, Santiago
Ortega Chacón, Percy
Franco, Javier Francisco
Institución
Resumen
Habiendo ingresado hace ya muchos años al quehacer de la
investigación y, posteriormente, a la docencia universitaria, nos
hemos visto felizmente acompañados por la permanente preocupación
de compartir nuestra experiencia vivida en la práctica
y el deseo de incentivar el espíritu y las habilidades propias del
investigador científico entre los estudiantes universitarios que
se forman como futuros profesionales y líderes de la nación. A
la educación de este contingente social, que seleccionadamente
accede al alto nivel universitario, le corresponde, sin duda,
comprometerse con la investigación científica que es un pilar
decisivo del desarrollo.
No se pretende que todos los estudiantes universitarios se
conviertan en investigadores científicos, antes es preciso que
adquieran las necesarias competencias para ordenar el pensamiento
y construir nuevos conocimientos. Por principio, es
necesario contribuir a que la universidad cumpla efectivamente
la misión de enseñar, investigar y realizar extensión hacia la
comunidad. ¿Cómo hacer para que la cantera de los futuros investigadores
se de efectivamente en la práctica? Uno de los caminos
privilegiados es el de la “práctica obligatoria”, esto es el ejercicio
personal de la investigación para cumplir con el requerimiento de
la tesis de grado, como paso indispensable para la profesionalización
en una determinada área del conocimiento.
Los graduandos que asumen la tesis con la responsabilidad
que ella requiere, siguen haciendo importantes contribuciones al conocimiento de la realidad nacional y su transformación. A
todos los que se inclinan por seguir este camino está dirigido el
material organizado en este libro que espera contribuir con orientaciones
metodológicas coherentes y ciertamente perfectibles.
Lucas Lavado, en su reciente obra sobre materiales para
incentivar la investigación, manifiesta que los manuales o guías
para la ejecución de la investigación no son lo más conveniente,
que lo deseable es que los estudiantes se capaciten a partir de
la lectura y la comprensión de la realidad para llegar a la necesidad
de investigar. Consideramos que ésta no es una idea que se
deba desechar, pero somos claros en señalar que nos propone el
camino más largo, y que seguirlo requeriría de una implementación
hasta ahora inexistente, que debiera ir desde la formación
de la educación inicial hasta los más altos niveles de formación
académica, tal como teóricamente se consignó en un proyecto de
desarrollo educativo planteado en las ultimas décadas.
Nuestra visión del problema difiere del planteamiento del
profesor Lavado. Los denominados manuales, constituyen
recursos de aplicación especialmente adecuados a las condiciones
de una sociedad con altas deficiencias en el hábito de
lectura. Es evidente que un manual será tanto más útil cuanto
más se acerque a solucionar los apremios metodológicos del
investigador que no cuenta aún con la experiencia necesaria,
considerando desde luego la necesidad de afirmar sus referentes
con lecturas pertinentes, sobre todo en los aspectos de compresión
teórica que un manual no suele decantar a cabalidad.
Ciertas disciplinas, entre ellas el Derecho, han tenido poca
predilección por perfeccionar la investigación científica en
el medio académico que conduce a la profesionalización.
Ello obedece probablemente a una tendencia tradicional que
considera estos campos como excluyentes por su carácter
eminentemente normativo, lo que supuestamente los releva de someterse a procedimientos demostrativos empíricos. Otros no
dejan de considerar que el Derecho cuenta con una metodología
propia, sustentada por diversas corrientes ius filosóficas que
parten como toda explicación de la discrecionalidad que la ley se
confía al jurista y al juez.
Por el contrario, diversas corrientes, sostienen que la el
Derecho, como parte del las Ciencias Sociales, debe someterse a
la metodología de la investigación científica y a la demostración
empírica, aunque evidentemente existen aspectos que requieren
tratamientos mucho más sofisticados que surgen sobre todo en
el campo de la estadística, en particular de la estocástica para los
aspectos netamente cualitativos.
En efecto, el uso de los medios matemáticos y estadísticos
es una de las dificultades que confronta en nuestro medio la
investigación en el Derecho. Como se sabe, la Estadística es una
disciplina que en la actualidad concurre eficazmente al trabajo
interdisciplinario, particularmente en campos que requieren de
predicciones vinculadas a al análisis cualitativo y a la aplicación
de modelos de simulación.
Con la experiencia de campo acumulada en el trayecto de
la vida profesional y la certidumbre necesaria sobre las dificultades
que existen en el campo de la investigación científica del
Derecho, se ha seguido en este libro el esquema “normal”, que se
maneja en la investigación social. El volumen consta de cuatro
partes: Aspectos epistemológicos y gnoseológicos de base; El
planeamiento, diseño y acciones operativas en la investigación
científica; Metodología de la investigación científica; y, Redacción
del plan y del informe de investigación. En los dos capítulos
de la primera parte se aborda el marco general vinculado con los
aspectos, epistemológicos y ontológicos. En la segunda parte se
ingresa al tratamiento de las etapas iniciales del proceso investigativo,
mostrando los beneficios del planeamiento estratégico en el proceso de investigación. La tercera parte se ocupa con detenimiento
de los aspectos centrales, específicamente referidos a
la metodología de la investigación científica, empezando por los
aspectos de identificación del problema y su planteamiento, los
antecedentes y objetivos, marcos de explicación e interpretación
usuales, diseños de investigación, hipótesis y variables, métodos,
técnicas e instrumentos de investigación, población y muestra,
y el procesamiento de la información. La cuarta y última parte
entra al examen de las cuestiones relativas a la formulación y
presentación primero del plan de investigación y luego de la tesis
o informe final propiamente dicho de la investigación.
Como toda obra humana, la presente aproximación a la investigación
científica es perfectible. Nos sentiremos recompensados
en la medida en que el esfuerzo puesto en el empeño cumpla
con facilitar el trabajo de investigación entre los estudiantes de
Derecho, y logre incentivar su interés por superar permanentemente
todas las formas tradicionales y obsoletas se han enraizado
en la práctica social y que no permiten la adecuación del Derecho
a las exigencias de una sociedad en continua y ahora acelerada
transformación. El Dr. Héctor Cornejo Chávez llamó la atención
sobre la falta de interés por la innovación y el desarrollo de la
investigación científica en este campo tan importante de la vida
de las sociedades, sobre todo de las que tiene composiciones tan
complejas como las nuestras. Este llamado merece ser escuchado.
Nuestros países han de verse beneficiado si conseguimos
ampliar la base de investigadores en todos los campos del conocimiento,
especialmente en el Derecho, pues la sociedad podrá
contar con agentes activos que promuevan el cambio esperado
para el bienestar social.