Agroecología para sanar las heridas de la guerra en comunidades afectadas por el conflicto político, social y armado en Colombia
Registro en:
978-958-5545-77-9
Autor
Victoria Russi, Ángelo Mauricio
Nieto Gómez, Libia Esperanza
Giraldo Díaz, Reinaldo
Sánchez Jiménez, Wilson
Agudelo Serna, Fabio Alexander
Esquivel Parra, Patricia Julia Beatríz
Ramírez Galvis, María Alejandra
Arana Gutiérrez, Andrés David
Institución
Resumen
El presente libro se deriva de la investigación “Agroecología para sanar las heridas de la guerra en los municipios de Pradera y Tuluá, Valle del Cauca, afectados por el conflicto político, social y armado en Colombia”. El texto explora las posibilidades que ofrece la agroecología en la construcción de paz en el país, teniendo en cuenta que no es una apuesta nueva de las comunidades, quienes históricamente han insistido en prácticas conviviales con la naturaleza y con la sociedad. A lo largo
del texto se muestra que el Estado el mayor obstáculo para su consolidación de la paz en Colombia.
El Estado y los organismos multilaterales buscan el crecimiento económico, el desarrollo y la promoción del mercado. Las medidas que adoptan no favorecen la consolidación de las condiciones de posibilidad para la construcción de paz con justicia social. Todo lo contrario, el Estado y los organismos multilaterales profundizan las desigualdades sociales, agudizan la pobreza, acrecientan los conflictos socioambientales, promueven la destrucción de la naturaleza vía agronegocio y actividades extractivistas.
En el primer capítulo se arguye que la agroecología es una alternativa de vida para las comunidades. Se halla, por tanto, por fuera de los estrechos marcos del desarrollo, del progreso, del crecimiento económico y del mercado. La agroecología permite la conservación de saberes ancestrales; cuida del agua, del suelo y de la biodiversidad; promueve la constitución de tejido social a través de la organización de la producción y de la promoción de redes agroalimentarias por fuera del sistema agroalimentario hegemónico mundial.
En el segundo capítulo se discute alrededor de cómo algunas experiencias académicas comprometidas con las prácticas milenarias de la agricultura ancestral han encontrado en la agroecología el mejor escenario para contener la abrumadora
fuerza de la idea de progreso y desarrollo que se ha impuesto violentamente en todo el mundo. La crisis alimentaria y ambiental, sumada a los destrozos dejados por las economías extractivistas han exigido de los pueblos adelantar estrategias de contención frente a un tipo de modelo de desarrollo que desprecia la profunda relación convivial existente entre la sociedad y la naturaleza.
En el tercer capítulo, teniendo en cuenta que la agroecología se materializa en las comunidades y en los territorios que ellas habitan, se considera la experiencia de consolidación de Zonas de Reserva Campesina –ZRC en Colombia, con especial atención a la comunidad campesina de la vereda San Isidro en el municipio de Pradera, Valle del Cauca.
Finalmente, en el cuarto capítulo, considerando que en la agricultura la resistencia a los modelos de desarrollo hegemónico pone de manifiesto accionescolectivas de grupos organizados o comunidades, se analiza el papel de la mujer en los procesos agroecológicos y en la constitución de tejido social desde la agroecología.