El enfoque institucional de la economía
Autor
Albán Moreno, Álvaro
Institución
Resumen
La escuela institucionalista hace su aparición en la historia del pensamiento
económico a finales del siglo XIX y principios del XX. Su marcada heterodoxia,
evolucionismo y fondo antropológico e histórico, marcó una distancia
con la ya asentada corriente ortodoxa de la economía, pronto denominada
como la corriente neoclásica.
Su enfoque configuró una crítica a la economía convencional, y en particular,
a la concepción del homo economicus, como abstracción central de la conducta
humana; y a las implicaciones de orden político y explicativo que de
ella se derivaron.
En el foro, sobre el que se da cuenta en estas memorias, la comunidad académica
Unilibrista y en particular en el programa de economía, se debatió
sobre este enfoque, a partir de las ponencias que estudiantes de distintos
niveles del Programa de Economía de la Universidad Cali presentaron en
marzo 27 del año 2017.
El enfoque institucionalista de la economía en las más recientes décadas ha
tenido presencia importante a partir de la década de 1980. En el presente,
son reconocidos los aportes que sobre el tema del desarrollo ha postulado el
institucionalismo contemporáneo. El concepto de instituciones es complejo
y polisémico lo que no ha impedido que la disciplina económica lo haya
“adoptado” como un campo de análisis aplicando, para su interpretación y
uso explicativo, los métodos cuantitativos con que hoy cuenta. Este devenirdel institucionalismo económico actual (Nueva Escuela Institucional –NEI–)
en la teoría económica, representó, además de otros aspectos, un cambio
sustancial del enfoque del institucionalismo original (Escuela Institucional
Original –EIO–).
Las tres ponencias que se presentan en estas memorias hacen parte del trabajo
del grupo de investigación desarrollo local y regional y su semillero de
investigación “La Lleva”, adscritos ambos al programa de economía. El propósito
del grupo en este ejercicio académico, es incursionar en alternativas
didácticas de aprendizaje y crítica, en el marco de la línea de investigación
del Grupo “Historia, desarrollo y pensamiento crítico”; y del eje transversal
de la formación del Programa de Economía “Modernidad, capitalismo y
desarrollo”. Tanto la línea de investigación como el eje transversal citados,
están debidamente documentados y se encuentran en proceso de revisión
para su publicación posterior. Los documentos citados y el foro constituyen
una continuación del proyecto de investigación curricular “Integración del
plan de estudios de economía. Hacia la calidad académica” (Albán, 2018) que
desde el 2016, se viene consolidando. En esta actividad académica confluyen
temáticas y perspectivas de discusión integradas a las asignaturas Ética
y economía, Historia general, Pensamiento económico e Historia económica
colombiana. El acercamiento al enfoque institucional, el cual es discutido en
diferentes momentos en las asignaturas mencionadas, constituyó una importante
oportunidad de debate sobre el devenir de la sociedad colombiana y sus
problemas y desafíos contemporáneos a partir de los fenómenos históricos locales
y mundiales que fueron determinantes en la definición de su estructura
social. Esta propuesta didáctica y metodológica articula la investigación a la
cotidianidad de las asignaturas, promueve el aprendizaje colaborativo, reta
la capacidad interpretativa y de debate del estudiante, promueve un enfoque
crítico para la interpretación de la teoría económica y desarrolla esquemas
evaluativos que ponen en juego la creatividad de los ponentes y docentes.
En la primera ponencia los estudiantes reseñan como la EIO irrumpió en
el marco de la Gran Depresión, contribuyendo con fórmulas prácticas de
política a resolver las difíciles circunstancias de millones de personas, especialmente
aquellas más vulnerables y afectadas por la crisis. Con ello,
el institucionalismo aporta en los EE.UU. las bases para lo que luego sería
denominado como Estado del Bienestar y que marcaría varias décadas de
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Enfoque Institucional de la Economía
intervención estatal activa en la economía2. En la segunda los estudiantes
buscan mostrar que en el problema de la pobreza de un país como Colombia
–más allá de la complejidad que el mismo término implica–, subyace
una estructura social, económica y política que se ha consolidado históricamente.
Cómo se gesta esa estructura y que fenómenos históricos en general
están asociados con ella, son aspectos a los que recurren los ponentes para el
desarrollo de su trabajo. En la tercera el estudiante ponente presenta su interpretación
de los más recientes resultados de investigación del grupo Desarrollo
Local y Regional, relacionados con la estructura profunda de valores y
normas sociales de la sociedad colombiana y su relación con sus órdenes social
e institucional. Aquí se conjugan elementos de las otras ponencias como
estructura social y enfoque institucionalista, y se agregan otros como relaciones
de poder y jerarquía social, entre otros, que en conjunto, buscan presentar un
marco de análisis más comprensivo de los desafíos presentes y futuros de la
sociedad colombiana.
Además de las ponencias presentadas por los estudiantes, el foro contó como
invitados de cierre, con un académico y un actor político3, concitados a reflexionar
a partir del enfoque institucional y en el marco de la realidad colombiana
a partir de tres preguntas: ¿se puede cambiar la trayectoria histórica
de Colombia?; ¿Qué historia habrá que contar/construir a partir de un
escenario del posconflicto?; y, ¿se puede hacer este proceso sin el compromiso/
participación de las élites colombianas? Presentamos una síntesis de sus
principales ideas.
Respecto a la primera pregunta, los dos invitados fueron optimistas respecto
a las expectativas de realización de los cambios fundamentales para
que Colombia llegue a ser un mejor país, una nación con mejor calidad de
2 Cabe señalar que el Estado del Bienestar tiene sus orígenes en el siglo XIX en la Alemania de
Bismarck, dado que se consideró necesario mejorar las condiciones de los trabajadores ante la
amenaza que representaba el movimiento marxista; y en en Inglaterra, en la marco de la ortodoxia
económica, el profesor Pigou reconoció hacia la década de 1920 que teóricamente se podía
redistribuir la riqueza dado que la utilidad marginal de dinero sí disminuía cuando aumentaba el
ingresos de los más ricos.
3 Boris Salazar Trujillo, profesor titular del Departamento de Economía de la Universidad del Valle,
PhD en economía; y, Orlando Riascos Ocampo, en su momento Secretario de Gobierno del Departamento
del Valle del Cauca, economista.
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Presentación
vida y donde se haga realidad un mayor respeto por los derechos y libertades
de las personas. Es importante señalar que los dos participantes dejaron
claro que la solución del problema es de naturaleza inminentemente política
y que por lo tanto el cambio de la trayectoria histórica del país requiere
acuerdos serios entre los distintos grupos de poder de tal manera que se pueda
llevar a la práctica, en primera instancia, un proceso de distribución de
la riqueza y de otra parte, una reorganización de las instituciones dirigida al
mantenimiento de los mecanismos efectivos que garanticen el sostenimiento
a largo plazo de la equidad, la inclusión y la participación democrática en el
ejercicio del poder; y la búsqueda permanente de un bienestar económico y
social para la gran mayoría de la población.
Sobre la segunda pregunta, hubo acuerdo en los invitados en que la construcción
de un escenario de postconflicto debe ser asumido como un paso
definitivo para el logro de objetivos como los mencionados en respuesta a
la primera pregunta. Es decir, sin un compromiso o proyecto político y social
enrutado hacia la superación de la deuda histórica con amplios sectores
sociales, el posconflicto, pues es él el que debería ser impulsor de dicho proyecto
político de transformación hacia un mejor país, no tendría sentido si
las condiciones reales de las personas siguen igual o deteriorándose. Orlando
Riascos destacó que en este proceso el papel de las entidades u organismos
internacionales es fundamental y que sin su participación, la consecución de
los logros y de los cambios necesarios es prácticamente imposible. Más que
contar una historia se trataría de construir una nueva historia y revaluar la
ya contada.
Sobre la tercera pregunta, el acuerdo fue unánime en cuanto a que un proceso
de cambio y transformación que permita mejorar las condiciones actuales
de la mayoría de los colombianos requiere necesariamente la participación
de las elites. Se trataría de un gran acuerdo colectivo, una negociación donde
los grupos que han detentado el poder económico y político estén dispuestos
a ceder, no solamente en su participación total de la riqueza sino respecto a
la democratización del poder político, social y económico, bajo la convicción
que en el largo plazo estos cambios disminuirán las tensiones generadoras
de violencia, guerra y delincuencia en general lo que sería beneficioso para
todo el país.
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Enfoque Institucional de la Economía
Posterior a la intervención de los invitados se abrió el espacio a las preguntas
de los asistentes. En general fue notorio el gran pesimismo de los participantes
tanto de la jornada nocturna como de la diurna del programa de economía, incluidos
algunos profesores; fue notorio cómo en gran parte de las intervenciones
hacía presencia con fuerza lo que se llamó en la tercera ponencia “Sistema
profundo de normas y valores sociales”, tema que se impuso en general sobre
las otras categorías explicativas desarrolladas por los estudiante ponentes. En
cierta escala se registraba la polarización del país de los más recientes años
propia de la desconfianza que genera el acuerdo de paz. Quien hace la presentación
y síntesis de este trabajo académico se pregunta si las élites colombianas
estarán alguna vez a la altura de los desafíos que el actual momento histórico
exige para avanzar hacia una democracia menos formal y más real. Al cierre
de este trabajo (principios de septiembre 2017), lo que ocurría en el Congreso
de la República de Colombia evidenciaba la fuerza de los opositores al proceso
de paz, que con toda clase de argucias de mecánica legislativa, entorpecían la
discusión de los proyectos más sensibles del acuerdo, al punto que la Organización
de las Naciones Unidas ONU debió “llamarle la atención” al órgano
legislativo sobre la necesidad de que el Congreso hiciera su verdadero trabajo
de discusión y aprobación de los proyectos en curso.