La Ley moral: Una construcción entre la razón y la voluntad
Registro en:
instname:Universidad Libre
reponame:Repositorio Institucional Universidad Libre
Autor
Campos Abril, Paula Camila
Institución
Resumen
En términos generales, para Kant, la verdad de la ciencia moderna se fundamenta y legitima tanto en la experiencia sensible como en elementos a priori de la sensibilidad y del entendimiento, y eso explica las legítimas pretensiones de la universalidad que la caracteriza. Indiscutiblemente su mayor aporte consiste en haber comprendido que la ética -y con ella los derechos humanos y la justicia- si bien no se fundamenta en experiencia alguna, no por ello es menos racional que las ciencias naturales. Se desarrolla con base en la razón, pero autónomamente con respecto a la verdad científica. Así mismo, la razón humana es una sola y tiene un uso teórico y moral: la verdad y la justicia. Aunque por caminos diferentes, se allanan por una misma razón que es capaz de conocer y transformar el mundo, de generar valor moral en él. Verdad y justicia obedecen a leyes diferentes, pero pueden ser articuladas en un proyecto de sociedad garante y con conocimiento independiente, con el reconocimiento de la autonomía, la libertad y la dignidad de la persona humana. Cuando el ser humano identifica que es un ser racional, que es capaz de ubicarse temporal y espacialmente en un contexto determinado, atribuyéndose su propia igualdad respecto de sus semejantes y reconociendo la de estos últimos, está haciendo uso de la razón como la herramienta que lo hace diferente, un individuo autónomo y libre. Esta dimensión es la que permite aseverar que, solo mediante el uso de la razón el hombre descubre que existe una misma identidad humana, de la cual deriva la ley moral que rige a todos en un marco de justicia. In general terms, for Kant, the truth of modern science is founded and legitimized both in sensible experience and in a priori elements of sensibility and understanding, and that explains the legitimate claims of universality that characterize it. Unquestionably his greatest contribution consists in having understood that ethics - and with it human rights and justice - although it is not based on any experience, it is no less rational than the natural sciences. It develops based on reason, but autonomously with respect to scientific truth. Likewise, human reason is only one and has a theoretical and moral use: truth and justice. Although by different paths, they are paved for the same reason that is capable of knowing and transforming the world, of generating moral value in it. Truth and justice obey different laws, but they can be articulated in a project of a guarantor society and with independent knowledge, with the recognition of the autonomy, freedom and dignity of the human person. When the human being identifies that he is a rational being, that he is able to locate himself temporally and spatially in a given context, attributing his own equality with respect to his peers and recognizing that of the latter, he is making use of reason as the tool that allows him to do so. makes different, an autonomous and free individual. This dimension is what makes it possible to assert that, only through the use of reason, man discovers that there is the same human identity, from which the moral law that governs everyone in a framework of justice derives.