Acompañamiento familiar : una estrategia para fortalecer el rendimiento académico de los estudiantes de los grados 4 y 5 de las instituciones educativas Benjamín Herrera y Sierra Morena en Bogotá
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Autor
Quinto Zea, Martha Shirley
Mora Cifuentes, Carolina
Institución
Resumen
Varios estudios realizados en diversos países de Europa y Latinoamérica, la UNESCO, el Ministerio de Educación Nacional, el Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS) y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) dan cuenta de la necesidad del apoyo de las familias en el proceso educativo de los niños y las niñas. Dando lugar al tema de la investigación, acompañamiento familiar en el rendimiento académico de los niños y las niñas, en estos colegios es evidente la fuerte influencia que ejerce el contexto social y las relaciones familiares en el desarrollo académico de los niños y niñas.
Según el gobierno de España, a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deporte titulado La participación de las familias en la educación escolar en la que, a través de encuestas sobre participación de las familias en los colegios a docentes y directores, se encontró que es fundamental que las familias sean partícipes activos en la escuela para favorecer el clima escolar, que a su vez mejorará los resultados académicos y convivenciales de los estudiantes. De este modo, existe cierto consenso en la literatura al valorar el efecto positivo del clima en el proceso de enseñanza y aprendizaje. (Ministerio de Educación Cultura y Deporte 2014, pp. 192-193).
Así mismo, la Organización especializada de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2004 realizó un estudio en diferentes países de América Latina, cuyo objetivo es fortalecer la participación de la familia en la educación de la primera infancia, y una de sus conclusiones, es que la relación familia y escuela es beneficiosa para los niños y en general para la comunidad educativa. Desde la perspectiva de la Declaración deEducación para Todos, la Convención Internacional de los Derechos del Niño y la Cumbre Mundial de la Infancia, el Foro Mundial de Educación de Dakar, sumados a acuerdos regionales, se puede afirmar que el tema de la relación familia-educación está presente, reconociendo los beneficios para los niños, padres, madres y comunidades. Estos acuerdos han supuesto un impulso para el avance de los países en relación con el fortalecimiento de la participación y educación familiar, aunque todavía queda mucho por hacer (p.64). (2004)
De igual manera, en Chile, en un artículo de investigación presentado por Brunner & Elacqua (2006) demuestran que más que los factores socioeconómicos de las familias es la forma de vida en que se desarrolla el niño lo que influye en el proceso escolar. Se puede pensar que este factor estaría determinado exclusiva o principalmente por el nivel de ingresos del hogar. En verdad, como muestran los estudios, este es mucho más complejo que eso. Tiene que ver con el “modo de vida” en que nace y se desarrolla el niño. Ciertamente, el estatus socioeconómico de los padres es importante. Pero aún más decisivo parece ser en el caso de niños provenientes de hogares de escasos recursos, la organización de la familia, su clima afectivo; presenta además, algunas variables que inciden en los logros de aprendizaje, entre los cuales se encuentran la ocupación y nivel de educación de los padres, la infraestructura física y el grado de hacinamiento, recursos didácticos, rutinas, desarrollo de actitudes y motivación, armonía entre escuela, familia y estrategias de aprendizaje e involucramiento familiar en las tareas escolares (p.3).
Por otro lado, en Colombia, un estudio realizado en el colegio CEDEPRO (Altos de la Torre) en Medellín (Antioquia) titulado Acompañamiento familiar en los procesos de aprendizaje (2013) demuestra que la participación de la familia en el proceso escolar puede incidir de manera positiva o negativa en el rendimiento académico de los niños. De igual manera, se resalta que la articulación entre la familia y la escuela permite que los niños generen confianza y mejoren su autoestima, logrando sobresalientes resultados académicos. En su investigación, las autoras destacaron como causas principales de la falta de acompañamiento el poco tiempo que tienen los padres, pues trabajan muchas horas al día, así como también, madres que no trabajan y prefieren realizar diligencias personales antes que apoyar a sus hijos en la realización de actividades académicas. Es claro que “existen factores como el tiempo, el trabajo, la escasa escolaridad, las ocupaciones personales y en ocasiones la falta de interés, que no permiten acompañar de manera eficiente el proceso educativo de sus hijos e hijas” (Blandón, Rodríguez y Vásquez, 2013, p. 65).
Ahora bien, Cepeda y Caicedo (2007) coinciden con Lan, y colaboradores (2013) con los resultados de su investigación, en la cual aplicaron una serie de encuestas a estudiantes de colegios de Bogotá y Girardot, las cuales reflejan que la familia es un factor influyente en el proceso académico de los estudiantes. En dicho estudio, publicado en la revista electrónica Iberoamericana de Educación, se especifican algunos factores familiares que inciden positiva o negativamente en el proceso escolar como el ambiente familiar, el apoyo en las actividades escolares y la participación en acciones de la escuela. Es importante que los padres de familia dialoguen con el estudiante sobre cómo se desarrolló el día escolar, cómo fue su participación en la clase, cómo le pareció la evaluación, si fue difícil o no; de igual manera estar al tanto de las dificultades que pueda tener, su participación en actividades y de las características de la relación que los docentes establecen con él. Esto no solo les permitirá guiar al niño en su desarrollo social, sino también manifestarle que es querido por ellos, que se interesan por su mundo. Además, es una forma de establecer una relación con la escuela (Cepeda y Caicedo, 2007, p. 3).
Así mismo, en Sincelejo se realizó una investigación que presenta como resultados que la extensa jornada laboral de los miembros de la familia influye directamente y de manera negativa sobre el apoyo que brindan las familias a sus hijos durante el proceso escolar, pues el 65% de los padres del barrio Costa Azul disponen de poco tiempo para acompañar a los hijos en las responsabilidades escolares, dado que la gran mayoría de ellos se encuentran todo el día fuera de casa. Respecto a las estrategias educativas que las familias emplean, los autores de esta investigación concluyen que no son constantes, pero sí son desorganizadas; dan una instrucción y se propone hacia el final del trabajo, la aplicación de sanciones (p. 91).
De igual forma, en Bogotá, Páez, R. (2015) escribió un artículo partiendo de la revisión de documentos públicos que involucran la gestión escolar y, una macro investigación de la Universidad de la Salle que se encuentra en desarrollo actualmente, y que pretende reflejar la importancia de la relación efectiva entre familia y escuela. En este artículo se toman como base documentos públicos referidos a la gestión escolar, y se pone en tensión lo esperado en esta política a partir de las estrategias propuestas y desarrolladas para su propósito, tales como los Planes Sectoriales de Educación, el Premio a la Excelencia de la Gestión Escolar y los Foros Educativos Distritales. Para cerrar, se menciona la importancia de la alianza familia/escuela en la gestión escolar, así como los retos que esta implica (p. 160). Las relaciones entre la escuela y la familia son usualmente unidireccionales y burocráticas, por lo que es preciso transformarlas en formas más dialógicas y constructivas. Esto tiene que ver con la comunicación, a veces distante –para evitar «intromisiones» en los asuntos de gestión y docencia–, a veces obligada –para responder a llamados desde la escuela–, entre otras variantes (pp. 177-178).
Al igual que Páez, R. (2015) quien expone la importancia de la relación cercana de la familia y la escuela, Abello y Acosta (2006) muestran cómo desde la primera infancia es importante que la familia se involucre en los aspectos escolares. Como fortalezas de este trabajo pueden identificarse que tanto el Departamento Administrativo de Bienestar Social (DABS) como el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) desarrollan procesos intencionales de trabajo con la familia, con el propósito de incidir en sus dinámicas desde la perspectiva de los derechos. Además, resalta la importancia de la familia para el desarrollo infantil. En este sentido, la evidencia reportada por el estudio permite afirmar que se ha avanzado en el trabajo formativo con las familias para impactarlo, y en esta dirección, destacar el valor de los centros infantiles como polos de desarrollo para jalonar procesos sociales y culturales desde procesos educativos a favor de niñas y niños. Es así como la investigación educativa provee numerosas evidencias en el sentido de que una adecuada intervención de los padres puede producir cambios positivos, significativos en el desempeño escolar de los alumnos y de las alumnas (p. 5).
Gutiérrez, M. y Salas, F. (2008) en Ortiz, S. Y Peña, L. (2014) en la Universidad Libre, realizó un estudio sobre escuelas de familias como proyecto transversal en algunas instituciones educativas de San Mateo, concluyendo que al involucrar a la familia en los procesos del niño a través de charlas, talleres, conferencias, espacios de intercambio de ideas; entre otras, se mejora la comunicación de ésta con los maestros y, por supuesto, con los niños; consolidando un grupo fortalecido en su relación, padres comprometidos con el destino de la educación de sus hijos y con sentido de pertenencia con la institución.
Como se puede notar, los autores citados anteriormente, coinciden en afirmar que la relación familia y escuela es fundamental para el fortalecimiento de los procesos académicos; de igual manera se evidencia la ausencia del acompañamiento familiar que permita fortalecer este proceso. Estos antecedentes reflejan la importancia que tiene la presente investigación, que está orientada a fortalecer el acompañamiento familiar en relación al rendimiento académico, puesto que, en las investigaciones mencionadas, se evidencia la necesidad de involucrar a las familias y de encontrar estrategias que permitan que los niños y niñas cuenten con un acompañamiento en casa que permita mejorar el rendimiento académico, a pesar de las múltiples ocupaciones y poco tiempo, de los padres.
La presente investigación se llevó a cabo en los colegios Benjamín Herrera y Sierra Morena, en la ciudad de Bogotá. El colegio Técnico Benjamín Herrera se encuentra ubicado en la localidad Puente Aranda en la ciudad de Bogotá, hace parte de la secretaría de educación de esta ciudad. Atiende población de estratos socioeconómicos 2 y 3 en los niveles de preescolar, básica primaria, básica secundaria y media, cuya mayor dificultad se encuentra en la parte social, porque se evidencia descomposición familiar, familias con trabajo informal. (Anexo 6) El modelo pedagógico, es constructivista, con un enfoque de aprendizaje significativo con tendencia humanista. Por otro lado, el colegio Sierra Morena se encuentra ubicado en la localidad Ciudad Bolívar, en Bogotá, también hace parte de los colegios de la secretaría de educación. La población que atiende son estudiantes de los niveles preescolar a undécimo, con diversas problemáticas económicas y socioculturales, ya que los estratos que encuentran son 0 y 1. El modelo pedagógico se encuentra en construcción, sin embargo, se inclina por el constructivista con tendencia al aprendizaje significativo.
Por las reiteradas ausencias de los padres en la participación y apoyo a tareas, orientación de actividades de hábitos de estudio, acompañamiento familiar, seguimientos, falta de reconocimiento al esfuerzo realizado solo por los niños y niñas, refleja en los grupos de estudiantes de los grados 402 y 501, que el rendimiento académico se ve afectado por diversos factores como incumplimiento en tareas, baja comprensión lectora, pérdida de evaluaciones, deficiencia en la calidad de los trabajos y la no finalización de las actividades propuestas en el aula; por lo cual se considera fundamental mejorar el acompañamiento familiar, mediante la implementación de estrategias pedagógicas como el fortalecimiento de hábitos y técnicas de estudio para los estudiantes y padres y de acompañamiento familiar a los niños, en su casa.