dc.description.abstract | Desde una revisión cualitativa de documentos de trabajo de grado, y diálogos con los estudiantes que los elaboraron, reseño en este texto, dentro del espacio académico del proyecto de grado del Programa de diseño industrial tadeísta, una confluencia de agendas e intereses de actores con valoraciones disímiles sobre los criterios de evaluación y el “debe ser” del diseño. Percibo una tensión latente entre dos tendencias: una industrial, basada en una identidad fija y con primacía de enfoques rigurosos del diseño; y otra convivencial, basada en identificaciones múltiples, donde la emoción y el caos son posibilidades situadas en personas con nombre y apellido. Las directrices de la primera son dogmáticas (del griego dokéin: ‘enseñar’, ‘adoctrinar’) y sirven para fomentar en los alumnos una cultura de respuesta a la instrucción del profesor; las dela segunda son zetéticas (del griego zetéin: ‘buscar’, ‘inquirir’) y son útiles para que los estudiantes aprendan mediante preguntas, desde la espontaneidad y al error | |