Artículo de revista
Crime of aggression: expanding the relatively narrow parameters of Article 8 bis of the Rome Statute
Fecha
2019-07Registro en:
1692-6013
Autor
Godara, Karan
Institución
Resumen
La criminalización de la agresión, diametralmente opuesta a la noción de la soberanía del Estado, se
mantuvo en un estado de animación suspendida hasta hace poco. A partir del 17 de julio de 2018,
la Corte Penal Internacional ha sido facultada para juzgar a individuos por el crimen de agresión.
Aunque el logro de esta hazaña es admirable en sí mismo, no se puede negar el hecho de que la
definición adoptada en el Artículo 8 bis del Estatuto de Roma está anticuada. Siendo una síntesis de las
disposiciones de dos documentos obsoletos del siglo XX, a saber, la Carta de Nuremberg (1945), por
un lado, y la Resolución 3314 (XXIX) de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1974),
por el otro, el Artículo 8 bis parece mal equipado para el propósito de manejar los desafíos de la
nueva era que se están gestando en el siglo XXI. El autor buscó resumir la evolución del crimen de
agresión como preludio para presentar el caso de que es necesario adoptar una definición mucho
más incluyente dentro del esquema del Artículo 8 bis; es decir, es indispensable tener en cuenta
las exigencias del siglo XXI que emanan de (a) medios de guerra no tradicionales, como la guerra
cibernética; (b) entidades no estatales, como los grupos terroristas; y (c) actos internos de agresión. The criminalization of aggression, which is diametrically opposed to the notion of state sovereignty,
has remained in a state of suspended animation until recently. Effective starting on July 17, 2018,
the International Criminal Court has been empowered to try individuals for the crime of aggression.
Although achieving this feat is commendable in itself, there is no denying the fact that the definition
adopted under Article 8 bis of the Rome Statute is outmoded. Being a synthesis between the provisions
of two outworn documents of the 20th century, namely the Nuremberg Charter (1945), on the one
hand, and the United Nations General Assembly Resolution 3314 (XXIX) (1974), on the other,
Article 8 bis seems ill-equipped for the purpose of handling new-age challenges brewing in the
21st century. The author has attempted to summarize the evolution of the crime of aggression as a
prelude to presenting a case for the need to adopt a far more inclusive definition within the scheme
of Article 8 bis, i.e. taking into consideration the exigencies of the 21st century emanating from (a)
non-traditional means of warfare, such as cyberwarfare; (b) non-state entities, such as terrorist groups;
and (c) internal acts of aggression.