| dc.description.abstract | Brindar a los jóvenes trabajo digno y productivo es uno de los grandes retos que existen dentro de la sociedad; las plazas de trabajo van siendo ocupadas por adultos, profesionales y con experiencia. De manera sorprendente, la educación, que en un inicio sirvió como palanca para que se permita la inserción exitosa en el mercado laboral, ha perdido efectividad debido a que la preparación académica no asegura un puesto de trabajo. En este orden de ideas, las pasantías tienen como objetivo brindar al estudiante universitario un campo de investigación- acción mediante el cual tenga la oportunidad de poner en práctica los conocimientos teóricos adquiridos en las aulas. Sin embargo, la naturaleza jurídica de la pasantía ha sido confundida, tergiversada y en algunos casos vulnerada. De esta manera, es muy común que existan casos de “fraude laboral” en razón de que los pasantes realizan actividades de un contrato laboral bajo la institución de pasantía. Las pasantías nacen durante los años 90, la ideología del neoliberalismo había sido insertada en todos los órdenes de la vida y en el Derecho Laboral aparece bajo un ideal “flexibilizador” entendido como relajamiento y reducción de los derechos de los trabajadores en aras de la promesa neoliberal de mayor empleo. Se encarnaron una serie de normas destinadas a reducir los costos laborales de las empresas, por tanto, se señalaba a las pasantías como una figura de aquellas. La pasantía nace en una época definida por la intención desprotectora de los derechos laborales, primando los valores materiales por sobre la dignificación del ser humano que trabaja. Es entonces que bajo la apariencia de un “complemento del sistema educativo” se contrabandeó un contrato basura al cual fueron sometidos varios jóvenes en busca de su primer empleo. Con el pasar de los años, el nacimiento de las organizaciones protectoras de derechos, entre ellas y la más relevante en esta disertación la Organización Internacional de Trabajo, los jóvenes empiezan a ser vistos bajo otra óptica, entendiendo que representan una promesa de cambio positivo en las sociedades y que son los principales actores llamados a responder los desafíos de carácter económico, social, político. En cumplimiento de esto, nuestro ordenamiento jurídico ecuatoriano pretende brindar garantías a los pasantes. | |
