Tesis
La dimensión simbólica del estado en el gobierno de la Revolución Ciudadana
Fecha
2017Autor
Buitrón Portilla, Eduardo Rossini
Institución
Resumen
Partiendo del contexto político y social que ha vivido el Ecuador en los últimos diez años es
importante reflexionar sobre el surgimiento de discursos que emergen como legitimadores de un
proyecto político que tiene como una de sus principales propuestas la consolidación de un proyecto
de Estado-nación, que no se ha logrado consolidar, o que históricamente desde algunas lecturas ha
sido un proyecto de Estado inacabado e inconcluso, es decir en ciernes (Quintero & Silva, 2013).
Tomando en cuenta esto la problemática de la disertación se abre a partir de la conformación de
discursos y de representaciones simbólicas, sobre los procesos de formación del Estado. En este
sentido, se hace referencia al denominado “retorno y refundación del Estado” proclamado por los
gobiernos progresistas, y que abrieron las condiciones de posibilidad para la construcción de
ficciones políticas, como la denominada Revolución Ciudadana, que emergió en un determinado
contexto económico, político, histórico y social, y ha intentado a través de formas simbólicas,
interiorizar representaciones colectivas que legitimen al proyecto de Estado.
EL aspecto socio-político que puede ejemplificar e ilustrar la problemática de la disertación, es el
modo en como desde el 2007 el Estado ecuatoriano se ha fortalecido y a su vez ha ampliado su
monopolio de la violencia física y simbólica legítima sobre la sociedad ecuatoriana. Tomando lo
que desarrolla Bourdieu en relación al Estado como campo de producción simbólica, podemos
analizar los efectos reales que el refortalecimiento ha tenido en la sociedad y ver cómo el proyecto
político de la Revolución Ciudadana, ha reafirmado el dominio de la “ficción colectiva estatal”,
que se manifiesta en la esfera de lo “publico” a partir de situaciones, como plantea Bourdieu,
vividas cotidianamente (el calendario, los intelectuales, la educación, la lengua, etc.) A partir de
esto podemos indagar empíricamente en la representación y manifestación simbólica del Estado,
y ver como esta “ilusión bien fundada”, articula las estructuras sociales en correspondencia con
las estructuras mentales, integrando moral y cognitivamente a la sociedad, e imponiendo la
representación legítima del mundo social.
La creciente ampliación del marco de representación del Estado, la burocratización y
racionalización de la sociedad mediante la creación de nuevos ministerios, secretarias, ha
constituido a su vez que una nueva “clase política”, una nueva “elite en el poder”, asuma y controle
el poder de Estado y el poder sobre el Estado. Esta referencias nos sirve para establecer la
comprensión de cómo los mecanicismos de acción política, han aumentado la influencia material y simbólica del Estado en la sociedad, a través del principio de visión y de di-visón legítimo del
mundo social, instituyendo una forma de dominación simbólica, que impone principios de
percepción, reglas, normas y formas de clasificación que estructuran al campo de poder, al campo
político y al campo burocrático. Así, teniendo en cuenta esto se procede a operativizar el enfoque
teórico de la disertación analizando la dimensión simbólica de esta “ficción colectiva estatal” que
ha sido re-inventada, en relación a la “idea de un Estado”, representante oficial del “interés
general” y del “bien común”.