Artículo de revista
Actualidades en farmacología : conceptos básicos en farmacología.
Autor
Herrera R., Jose Alejandro
Institución
Resumen
Cuando se va a realizar una farmacoterapia, lo que se pretende es hacer llegar el fármaco a su sitio de acción: tejido susceptible o blanco del fármaco. Colocar directamente el fármaco en el tejido susceptible es muy difícil si no es imposible, ya que la mayoría de estos se encuentran en lo más profundo del organismo. Así, solo se puede colocar directamente el fármaco en el tejido susceptible si este es un tejido superficial (piel o mucosa). Tomando en cuenta que no es fácil ni práctico tratar de colocar directamente un fármaco en su tejido susceptible, se trata alternativamente de hacerlo llegar allí por medios indirectos. Conociendo que la sangre es un medio que llega a todo el organismo, se le utiliza para transportar los fármacos hacia sus tejidos susceptible. El llegar a la sangre tampoco es tan simple, por ello se emplean dos métodos para colocar el fármaco en ella; uno directo (administración del fármaco directamente al torrente circulatorio, v.g. Inyección intravenosa) e indirecto, haciendo llegar al fármaco a un compartimiento orgánico o receptáculo natural, ya sea abierto al exterior (aparato digestivo, aparato respiratorio), o cerrado al exterior (peritoneo, tejido muscular, subcutáneo). El fármaco colocado en un receptáculo pasará hacia la sangre, es decir, se absorberá. O sea, estará en condiciones de iniciar su recorrido por el organismo en busca de su tejido susceptible y ejercer su acción.(AU)