Tesis
Un sistema para determinar las competencias complejas para el modo de actuación profesional, exigido de los directivos de los procesos sustantivos de la IES: una estrategia para la Universidad de Medellín
Fecha
2006Autor
Rueda Restrepo, Nelson de Jesús
Institución
Resumen
El Concepto de Competencias Laborales y su operacionalización en la gestión organizacional, la gestión por competencias, ha recibido mucha atención por parte de la academia y la industria en todo el mundo, a partir de la década de los años ochenta del siglo XX, cuando la gestión por competencias constituyó un modelo impulsado desde el Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional (CINTERFOR) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través del Consejo de Normalización y Certificación de Competencias Laborales.
La gestión por competencias llevada al mundo laboral, hace cada vez más evidente tanto la inadecuada relación entre los sistemas educativo y productivo, como la necesidad de buscar un modelo de competencias que haga posible un real equilibrio entre las necesidades de los individuos, las organizaciones y el mundo social.
Trabajar y educar con y por competencias laborales impone compromisos de gestión.
De allí que las competencias de un individuo (entendidas como katacosmeo, catálogo o portafolio personal vital-laboral), como fuerza instituida, deben estar expresadas al interior de la organización en conductas observables y en productos tangibles. Esto hace posible la conversión del individuo, primero, en un sujeto organizacional y, luego, en un sujeto institucional que da respuestas a la sociedad
como fuerza instituyente. De aquí nacen los modos de actuación profesional1 y con ellos las competencias complejas.El individuo con competencias individuales, al integrarse a la organización, se ve
abocado a desarrollar un nuevo katacosmeo, que se impone a él desde la necesidad objetiva de la existencia de las competencias organizacionales y sociales. El individuo, guiado por la organización, se convierte en un sujeto organizacional. A su vez la organización, mediante un diálogo interpretativo adaptativo de los fenómenos
discursivos institucionales, se complejiza, arrastrando con ella al nuevo sujeto organizacional para convertirlo en sujeto institucional.
En las instituciones de educación superior (IES)2 colombianas, y específicamente en la IES Universidad de Medellín (U de M, en adelante), se suele mencionar cierta aceptación de la pertinencia de la gestión por competencias en aspectos de la formación profesional, pero la evidencia empírica da a entender que en ellas no se
ha asumido que el modo de actuación profesional de los directivos de los procesos sustantivos 3, es susceptible de ser definido y actuado mediante un enfoque, deliberadamente establecido, de gestión por competencias. De allí que no se haya identificado que existe un sujeto institucionalizado, y desde él la necesidad de desarrollar una línea de competencias para la especialización profesional, que podríamos denominar Especialista en gestión de los procesos sustantivos de la IES, y mucho menos se ha establecido que se hace necesario formar a los profesionales que hoy se ocupan de dicha gestión en la IES para enfrentar el modo de actuación laboral complejo, y las esferas de actuación de su “nueva y compleja profesión". Es necesario superar el pensamiento lineal para que en relación dialogal, discursiva
reflexiva y sistémica, los individuos que gestionan los procesos sustantivos en la IES devengan en sujetos de dichos procesos, es decir en sujetos y profesionales institucionalizados, para que en esa condición se integren con pertinencia social a los grupos sujetales que constituyen la IES: las comunidades académica, educativa,
científica y administrativa.Nuevos Logoefectores (elementos y atributos del lenguaje que expresa la realidad), bioefectores (elementos y atributos de las estructuras vitales de dicha realidad) y
ethoefectores (elementos y atributos de los valores y de las maneras de ser en el mundo de esa realidad), que construyen tejidos complejos, para articularse en las cosmovisiones a las cuales la IES sirve, son necesarios para guiar las cadenas operantes, generadoras de los modos de actuación de los sujetos institucionalizados,
para que mediante los diálogos discursivo interpretativos se produzcan modos de actuación profesional-sujetal-institucional, sistémico-relacionales. Y de aquí el necesario concepto de competencias complejas para la gestión y el imperativo de un
sistema para determinarlas. Una competencia compleja está constituida por la capacidad que tiene el sujeto de integrar conocimientos, habilidades, valores, actitudes, aptitudes, intereses y
alternativas, mediante la articulación sistémica de logoplexores, bioplexores y ethoplexores, de manera reflexiva, dialogal y discursiva, a la práctica que como sujeto institucionalizado le demanda un contexto socio-laboral específico. La competencia compleja le permite al ser humano que la incorpora interpretar, argumentar y resolver, con independencia, interdependencia creatividad y cocreatividad, de forma propositiva, las cadenas operantes de actuación y los problemas que en un contexto socio-laboral se presentan, generando un modo de actuación profesional institucionalizado compromisionalmente (con compromiso
misional institucional). Este trabajo apunta a soportar argumentalmente, por primera vez en Colombia, un Sistema para determinar las competencias complejas (SCC), para el Modo de
actuación profesional exigido de los directivos de los procesos sustantivos de la IES (MAPS), apoyado en una estrategia para su implementación práctica en la U de M