dc.contributorSanguinetti R., Ernesto
dc.creatorCabezas Jara, Tomás Alfonso
dc.creatorCabezas Jara, Tomás Alfonso
dc.date2017-08-08T14:22:14Z
dc.date2017-08-08T14:22:14Z
dc.date1986
dc.date.accessioned2019-04-24T22:41:24Z
dc.date.available2019-04-24T22:41:24Z
dc.identifierhttp://cybertesis.uni.edu.pe/handle/uni/4113
dc.identifier.urihttp://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/2345860
dc.descriptionMuchos y arduos han sido los chinos recorridos por el hombre en búsqueda de una solución para la conservación de aquellos productos naturales o artificiales que le resultaban primordiales y que por sus características de perecederos era imposible conservarlos fuera de su disponibilidad momentánea. En esa búsqueda el técnico fue logrando sucesivos triunfos y afirmando posibilidades de conservación que fueron ampliando el número de productos capaces de prolongar su disponibilidad. Así comenzó a disfrutar del almacenamiento de aquellos frutos que soportaban la desecación al aire y al sol. Fue este su primer paso. Pero muchísimos ensayos resultaron fracasos, este tratamiento descomponía muchos productos y alimentos, pues bacterias y enzimas los inmunizaban antes de alcanzar su conservación. Además, solo mantenían parte de su riqueza alimenticia o curativa. El conocimiento de las propiedades del frío como preservador abrió nuevos horizontes, y ya las bacterias fueron frenadas en su desarrollo, aunque las enzimas en muchos casos presentes, y la oxidación de las fracciones susceptibles, permitieron sólo una corta conservación. Lograda la disponibilidad de temperaturas más bajas, pu¬do al fin frenar las acciones enzimáticas, pues el producto congelado, conservaba largo tiempo sus cualidades, aunque la ya muy lenta acción oxidativa aun modificaba características, tales como sus contenidos vitamínicos, terapéuticos u organolépticos (propiedades por la que los cuerpos obran sobre los órganos de los sentidos). El costo del mantenimiento de los productos congelados resultó siempre muy alto, su traslado a menudo imposible y dificultoso, por la necesidad de un frío permanente y constante. Es aquí cuando el técnico alcanza su ideal. Un producto' congelado frena casi totalmente su posible modificación, se hace insensible a gérmenes o enzimas y aún el oxígeno. Inmediatamente completó su ambición, deshidrató el producto congelado en forma total y efectiva, para ello sublimó el hielo que impregnaba el producto gasificándolo lentamente y sin permitir por acción del vacío logrado, que descongelara, es decir el hielo pasó directamente a va¬por de agua sin licuarse en ningún instante. Se llama congelación seca pues, a la separación del agua por sublimación a baja temperatura y baja presión, lo que es menos peligroso para los tejidos que la separación del agua a altas temperaturas. Al producto así obtenido se le llamó LIOFILO (derivado de LIO: Solvente, FILO: Amante), nombre que expresa su pro¬piedad de muy fácil hidratación y reintegro a su forma y características originales. Por derivación del producto Lio filo se pasa a Liofilización: método para obtenerlo, y sus palabras derivadas: LIOFILIZAR, LIOFILIZADOR, LIOFILIZADO.
dc.descriptionTesis
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherUniversidad Nacional de Ingeniería
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightshttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/
dc.sourceUniversidad Nacional de Ingeniería
dc.sourceRepositorio institucional – UNI
dc.subjectLiofilización
dc.subjectAnálisis técnico
dc.titleEstudio técnico de un sistema de congelación seca (liofilización) en productos medicinales
dc.typeTesis


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