doctoralThesis
Estudio prospectivo sobre el efecto del sobrepeso y la obesidad en mujeres con carcinoma de mama de la ciudad de Córdoba.
Autor
De La Quintana, Ana Gabriela
Institución
Resumen
Junto con las desalentadoras cifras de incidencia y mortalidad por Cáncer de Mama (CM), el número de sobrevivientes con esta neoplasia también ha ido en aumento. Sin embargo, los sobrevivientes pueden estar en riesgo de eventos adversos propios del cáncer como la recurrencia, metástasis y muerte. Diversas son las investigaciones que han estudiado los denominados factores pronóstico, que son aquellas características tanto del tumor como del paciente que permiten determinar la evolución del cáncer. En los últimos años ha crecio el interés por el rol que ejerce el exceso de peso y la alimentación, ambos factores modificables, en los sobrevivientes de CM. El objetivo del presente trabajo fue determinar el efecto del sobrepeso y la obesidad, considerando factores alimentarios asociados, sobre el pronóstico de CM en una cohorte de mujeres diagnosticadas con esa patología durante el periodo 2013-2017, Córdoba (Argentina). Se trata de un estudio epidemiológico prospectivo, longitudinal en una cohorte de 140 mujeres con diagnóstico de CM que fueron atendidas en hospitales públicos y privado de la ciudad de Córdoba. El estudio conllevó, por un lado, un periodo de enrolamiento con inicio en abril del 2013 y hasta 2 años posteriores; y un periodo de seguimientos, realizados cada 6 meses a partir del ingreso al estudio y hasta finalizar el mismo (abril-2017). Al momento basal se recolectaron mediante cuestionario semi-estructurado, datos sociodemográficos (edad, nacionalidad, trabajo, nivel de instrucción, nivel socioeconómico), biológicos-reproductivos (edad menarca y menopausia, experiencia de parto y lactancia materna) y antropométricos (peso y talla pre-diagnóstico autoreferenciado). Tanto al momento basal como durante el seguimiento se recabaron a través del acceso a historias clínicas datos clínicos del tumor, del tratamiento, indicadores bioquímicos y metabólicos. Además, se evaluó el estado nutricional con mediciones antropométricas de peso, talla (con posterior construcción del índice de masa corporal -IMC), circunferencia de cintura (CC) y porcentaje de grasa corporal (%GC); se indagó la ingesta alimentaria-nutricional a través de un recordatorio de 24 hs y se evaluó la misma, en función de su papel anti o pro-inflamatorio a través de un score. Estilos de vida como el nivel de actividad física fue medido por un cuestionario validado (IPAQ) y otros como horas de sueño, hábito de fumar a través de un cuestionario ad. hoc. Se construyeron tablas y gráficos acordes a la naturaleza de las variables y se calcularon medidas resúmenes de posición y dispersión. Modelos de ecuaciones de estimación generalizadas (GEE) fueron utilizados para evaluar la evolución de los indicadores de interés. Por último, se realizaron análisis de sobrevida con construcción de curvas de Kaplan-Meier, log-rank test y modelos de regresión de Cox con cálculos de hazard ratio (HR). El efecto de los factores pronósticos fue medido tanto por análisis univariado como multivariado. Todos los análisis se efectuaron con el software Stata v13. La cohorte estudiada (n=140) tuvo una edad promedio al momento del diagnóstico e ingreso al estudio de 56,57 ±13,11 años y 58,62 ±13,39 años, respectivamente. La mayoría (82,61%) de las mujeres estudiadas se encontraba en periodo de posmenopausia y fueron diagnosticadas con carcinoma ductal invasor (80,88%) en estadio I y II (77,5%). Un IMC ≥25 Kg/m2 prevaleció al momento pre-diagnóstico (55,9%), al diagnóstico (66,67%) y postdiagnóstico (67,14%); durante el período de estudio no se observaron cambios significativos en la evolución del 2 IMC (p>0,05). Al momento basal también se registró valores elevados de CC y de % de GC, con un aumento significativo durante el periodo de estudio del primer indicador (p≤0,05). En cuanto a la ingesta alimentaria, un 43,81% refirió ingestas elevadas de carnes rojas por semana y en más de la mitad de las mujeres, se estimó un consumo de más del un 10% de la energía calórica derivada de ácidos grasos saturados, bajo consumo de cereales integrales y fibra al día y una relación ≥6:1 de Omega 6:Omega 3.Solo el 30% cumplió con la recomendación de consumo de frutas y verduras por día, prevalenciendo una alimentación pro-inflamatoria en el 70% de los casos. El tiempo medio de seguimiento fue de 27,21 meses y se registró una tasa de incidencia de casi 2 eventos de recurrencia, 5 eventos de metástasis y 3 eventos de muerte por cada 100 mujeres/año de estudio. Al analizar el efecto de cada factor pronóstico en conjunto (análisis multivariado) se determinó que tanto el sobrepeso como la obesidad fueron factores protectores de un pronóstico desfavorable de CM (HR: 0,11, NC95%: 0,04-028 y HR: 0,08, NC95% 0,02-0,31, respectivamente). Por otra parte, por cada unidad que aumentaba la CC, aumentaba un 5% la chance de desarrollar eventos desfavorbles (HR: 1,05, NC95%: 1,01-1,09) y la chance se aumentaba hasta 2 veces más (HR: 0,82, NC90%:0,9 -3,66) en las mujeres que llevaban a cabo una alimentación de tipo pro-inflamatoria. Los resultados sugieren que presentar sobrepeso y obesidad podría mejorar la sobrevida en mujeres con CM, sin embargo, si la obesidad se encuentra localizada en la zona abdominal aumenta la chance de sufrir algún evento adverso del cáncer como recurrencia, metástasis o muerte. Además, dicho riesgo aumenta cuando prevalence la ingesta de alimentos con características pro-inflamatorias. Breast cancer (BC) represents a major challenge in public health worldwide and it is remarkable that BC survival rates have rose in last years. BC survivors are at risk for adverse outcome of disease, like recurrence, metastasis and death. Several researches studied factors which play an important role in predicting survival, called prognostic factors. In recent years there has been growing interest in the role of overweight and diet, both modifiable factors, on BC survival. The purpose of this study was to determine the effect of overweight and obesity in the prognosis of BC in a cohort of women diagnosed with this neoplasm in the city of Córdoba, considering the associated dietary factors. This was an epidemiological, prospective and longitudinal study. A cohort of 140 women diagnosed with BC treated in public and private hospitals in the city of Córdoba were included in the study. The study was compromised by two periods: first, the enrollment period starting in April 2013 and up to 2 years later; and followup period, scheduled every 6 months from the entry to the study until the end of it (April-2017). At baseline moment, sociodemographic data (age, nationality, work, educational level, socioeconomic level), biologicalreproductive data (age at menarche and menopause, experience of childbirth and breastfeeding), anthropometric data (weight and hight self-reported pre-diagnosis) were collected from a semi-structured questionnaire. At both baseline and follow-up moment, clinical data of the tumor, treatment, biochemical and metabolic indicators were collected through access to medical records. In addition, the nutritional status was evaluated by anthropometric measurements of weight, height (with subsequent construction of the body mass index -BMI), waist circumference (WC) and body fat percentage (BF%). Diet was investigated through 24-hour dietary recall and it was evaluated according to its anti or pro-inflammatory role through a score. Lifestyles as the level of physical activity was measured by a validated questionnaire and others such as hours of sleep, smoking habit through ad hoc questionnaire. Descriptive statistics were applied with calculation of mean and standard deviation for continuous variables and frequency tables for qualitative variables. Generalized estimating equations models (GEE) were used to evaluate the evolution of anthropometic indicators. Finally, survival analyzes was compromised by construction of KaplanMeier curves, log-rank test and Cox regression models with hazard ratio (HR) calculations. The effect of the prognostic factors was measured by univariate and multivariate model. For all the analyzes a 95% confidence interval was assumed and they were executed with the Stata v13 software. The studied cohort (n = 140) was characterized by an average age at diagnosis and at entry of study of 56.57 ± 13.11 years and 58.62 ± 13.39 years, respectively. The majority (82.61%) of the women studied were postmenopausal and were diagnosed with invasive ductal carcinoma (80.88%) in stage I and II (77.5%). A BMI ≥25 Kg / m2 prevailed at the time of pre-diagnosis (55.9%) at diagnosis (66.67%) and post-diagnosis (67.14%). During the study there were no significant changes in the evolution of the BMI (p> 0.05). At baseline, prevalence of high CC and BF% values were observed, registering a significant increase of the first indicator during the study period (p≤0.05). Regarding diet, 43.81% reported high intakes of red meat per week and more than half, consumption of more than 10% of caloric energy derived from saturated fatty acids, low consumption of whole grains and fiber a 4 day and a ῳ-6: ῳ-3 ratio of ≥6:1. Only 30% complied with the recommendation of fruits and vegetables consumption, showing a pro-inflammatory diet in 70% of cases. The mean follow-up time was 27.21 months and an incidence rate of almost 2 recurrence events, 5 metastasis events and 3 death events per 100 women/year of study was registered. Multivariate analysis showed that both overweight and obesity nutritional status were protective factors for adverse events of BC (HR: 0.11, CI95%: 0.04-028 and HR: 0.08, CI95%: 0.02-0.31, respectively). On the other hand, for each centimeter increase of WC , an increased 5% risk was observed for these type of prognosis (HR: 1.05, IC95%: 1.01-1.09) and the risk increasing up to 2 times more in women who presented a pro-inflammatory diet (HR:1.82, CI90%: 0.9-3.66). The results showed that nutritional status of overweight and obesity may improve survival in women with BC. However, if obesity is located in the abdominal area, it increases the possibility of suffering an adverse event such as cancer recurrence, metastasis or death. In addition, this risk increases when pro-inflammatory diet prevails.