Documentos de trabajo
Diagnóstico de las relaciones cívico-militares en América Latina: avances y retrocesos en materia de política de defensa
Autor
Sotomayor Velázquez, A. C.
Institución
Resumen
El estado de las relaciones cívico-militares en América Latina ha dejado de ser caótico, aunque no por ello es estable. Las fuerzas armadas ya no se encuentran en un estado conspirativo, aunque tampoco son del todo complacientes con la democracia. Son pocos los países que han hecho progreso en materia de control civil sobre los militares. De hecho, sólo unos cuantos han llevado a cabo una reforma agresiva de las instituciones armadas. Mientras el personal uniformado de América Latina ha aceptado la llegada de la democracia, lo ha hecho condicionalmente, reteniendo prerrogativas, autonomía institucional y reservas de poder. Si bien los líderes políticos gozan de una mayor autoridad por la naturaleza de sus posiciones en un régimen democrático, lo cierto es que aún poseen instituciones débiles y ejercen un control ministerial igualmente débil sobre las fuerzas armadas. Asimismo, los civiles comparten una responsabilidad en virtud de que han mostrado apatía frente al tema militar, conduciendo a la fuerza castrense a ignorar la opinión de los propios civiles. Las democracias latinoamericanas aún tienen un largo camino por recorrer en el diseño de misiones y roles apropiados para los militares. Finalmente, la rendición de cuentas en materia de presupuesto y gasto militar es igualmente débil o inexistente. Por lo tanto, la región aún enfrenta varios retos en términos de relaciones cívico-militares, ya que una reforma estructural en políticas de defensa aún debe ser puesta en marcha para asegurar el control civil y democrático sobre las fuerzas armadas. The state of civil-military relations in Latin America is no longer chaotic, although it is not fully stable either. The armed forces are no longer in a conspirational mode, but neither are they complacent with the state of democracy. Progress in achieving full civilian control over the military has been seen in only a handful of chosen countries. In fact, some states have been more aggressive in reforming their military institutions than others. While uniformed personnel in all Latin America have accepted the arrival of democracy, they have done so conditionally, while retaining institutional autonomy, prerogatives, and reserve domains. Elected leaders have greater authority by nature of their positions in democratic regimes, but Latin America still has weak institutions and exercises weak ministerial civilian control over the armed forces. Likewise, civilians share responsibility because they have shown apathy towards military issues and defense policy, leading military officers to disregard civilian opinions. Also, the new democracies in Latin America still have a long way to go in crafting and designing appropriate missions and roles for the armed forces. Finally, institutional accountability is lacking in most countries, especially in terms of defense budgets and military spending. Consequently, the region still faces important challenges in terms of civil-military relations, as defense reform is still required in order to ensure military compliance.