Artículos de revistas
Errores médicos
Medical errors;
Erros médicos
Registro en:
2244-7482
ppi200802ME3759
Autor
Sanz Rubiales, Álvaro
Del Valle Rivero, María Luisa
Fernández González, María
Ferreira Alonso, Raquel
Institución
Resumen
El error médico se puede entender desde dos perspectivas: como el acto médico que no ha alcanzado el fin que pretendía o como el acto
médico que no se ha llevado a cabo como se debería realizar. Si la Medicina se valora por los fines se entiende la primera opción. Si
se valora por los medios, el error médico sólo se adapta a la segunda acepción. Hay errores médicos en el diagnóstico (por exceso de
confianza en un dato parcial o en la experiencia clínica previa), en el tratamiento (por desconocimiento de la eficacia o por
impericia en el manejo) y en el proceso de datos. La principal medida ante el error es poner los medios (personales e
institucionales) para prevenirlo. Los errores médicos, tanto los que se deben a personas concretas como los debidos a imperfecciones
del sistema, se pueden prevenir, aunque nunca completamente, con unas medidas adecuadas de prudencia y control. Si se comete un
error, se debe comunicar de manera inmediata si por la demora o el ocultamiento el daño producido se mantiene o aumenta. En los demás
casos, tanto si uno es responsable o es testigo del hecho, es prudente informar del posible error al superior y facilitar que al
paciente y a sus familiares se les comunique de manera prudente, de modo que también se respete el derecho del médico a su defensa y
su honor. Se debería evitar la complicidad que supone el ocultamiento por corporativismo. 18-40 asrubiales@hotmail.com semestral Medical error can be understood from two perspectives: as the medical procedure that has not reached the end he intended or as the
medical act that has not been done as it should do. When medicine is valued by the goals reached, we must accept the first option.
But when assessed by the means it uses, the medical error only adapts to the second acceptation. There are medical errors in the
diagnosis (for overconfidence on partial data or previous clinical experience), in the treatment (for lack of efficacy or for the
inability to use) and in data processing. The main measure against medical errors (personal and institutional) is to prevent them.
Both medical errors that are due to specific people as those due to imperfections of the system can be prevented, at least partially,
with appropriate prudence and control measures. Any error should be immediately reported if the delay or concealment favours that the
damage is maintained or increased. In other cases, whether one is responsible or the witness, it is prudent to inform in the
institution of the possible error and enable it wisely to provide adequate information to the patient and proxies, so that the
physician's right to legitimate defence and honour is respected as well. We should avoid complicity involving concealment by
corporatism.