dc.description | El ser humano siempre ha estado interesado en conocer el futuro, con el objeto de poder anticiparse a los hechos, la práctica de los pronósticos desde el punto de vista de los negocios, es probablemente una de las tareas más utilizadas por altos ejecutivos, quienes deben tomar diariamente decisiones ante diferentes oportunidades de negocios. Se considera que los pronósticos en los negocios presentan un grado de dificultad importante por lo que es necesario que tanto los elaboradores como quienes los utilizan conozcan la verdadera dimensión de ésta práctica, ya que hoy en día con la dinámica de los medios tecnológicos y la potencia de los softwares, ha existido un cambio importante en la elaboración de pronósticos y por consiguiente una mayor demanda en su empleo. En el mundo de los negocios la práctica gerencial es muy dinámica y no se limita a una actividad de constante planificación exageradamente controlada; por el contrario, muchos CEOs, CFOs, inversionistas y practitioner1 en la vida real toman decisiones considerando certeros los pronósticos bridados por expertos o los elaborados por las diferentes unidades de negocios y en muchas ocasiones estos pronósticos presentan cierto grado de engaño. Actualmente se continúan desarrollando nuevas técnicas que buscan hacer eficiente el manejo de los datos y la precisión del pronóstico. Es casi imposible que los pronósticos coincidan exactamente con el futuro, quienes pronostican sólo pueden intentar que los inevitables errores sean tan pequeños como sea posible. Sin embargo, esta situación no debe desalentar para continuar realizando pronósticos en la organización, ya que el futuro es incierto y en la medida en que se pueda pronosticar eficazmente, la toma de decisiones permitirá seguir el rumbo que la empresa se ha planteado. El pronóstico puede definirse como una estimación cuantitativa o cualitativa de una o más variables que conforman la estructura de un evento futuro basado en información actual o análisis de la información pasada. Cuando se elabora un mal pronóstico, la planeación no funciona y las unidades de negocio se vuelven ineficientes, ocasionando un bajo desempeño financiero, que se refleja en ventas no realizadas, exceso en los inventarios de productos no deseados, reducción de márgenes, costos más altos, entre otros problemas; por consiguiente la pérdida de valor en la organización. Por otro lado no debe perderse de vista la balanza del costo beneficio, es decir, un pronóstico debe ser oportuno, eficaz y a un costo razonable. El propósito fundamental de esta investigación es conocer con amplitud los problemas y limitaciones que presenta la elaboración de pronósticos en el área de los negocios, así como también dar a conocer las mejores prácticas a fin de obtener pronósticos más eficaces y propiciar una mayor reflexión de todo el entorno que le rodea. Lo cierto es que no hay recetas para lograr un pronóstico exacto, pero si ponemos sentido común, una buena dosis de perspicacia y buen criterio se puede lograr un pronóstico eficaz y afrontar adecuadamente la incertidumbre. | |