Artículos de revistas
La participación cuidadana y el gobierno comunal
Fecha
1988Registro en:
Temas de Derecho Año III N°2 , 1988 pp. 69 - 78
07163908
Autor
Errázuriz Eguiguren, Maximiano
Institución
Resumen
Es cierto que a veces hay comunidades muy pobres que pueden aportar muy poco o prácticamente nada. No se pretende que aporten dinero o que den lo que no pueden dar. Se trata de que no aparezca la comunidad recibiendo todo como una dádiva de la autoridad, sin ningún esfuerzo de los que viven en el sector beneficiado. No se aprecia aquello por lo cual no se lucha; no se cuida aquello que no ha costado conseguir; no se siente propio aquello que obtuvimos sin colocar nada de nuestra parte. Por eso es que este primer fin de la Municipalidad, cual es la satisfacción de las necesidades comunales, está íntimamente ligado al segundo.Es importante que la comunidad tenga claro que siempre hay más necesidades que recursos destinados a satisfacerlas. Por eso los municipios deben hacer un plan de trabajo e invertir los recursos conforme a la rentabilidad social de los mismos. Así, por ejemplo, antes de resolver si van a construir alcantarillado o van a colocar luz eléctrica en un determinado sector, será necesario ver a cuántas personas beneficia la medida. Por muy pobre que esté ese sector, si la medida beneficia a un muy pequeño número de personas, será preferible invertir esos recursos en otras obras, de la misma urgencia, que puedan beneficiar a un mayor número de habitantes.La participación que debe asegurar la comuna no se refiere solo a lo económico y a lo social, sino también a lo cultural. El progreso económico y social de una comuna nada significa si no van acompañados del progreso cultural. Lo cultural es lo que les da la dimensión espiritual a lo económico y a lo social