Tesis Doctorado
Plantas naturalizadas como agentes promotores de cambio florístico: inferencias biógeográficas desde el hemisferió sur.
Autor
Castro-Morales, Sergio Antonio
Institución
Resumen
Las invasiones biológicas pueden ser definidas corno fenómenos en que una especie
expande su rango de distribución ocupando regiones en que previamente no se encontraba
(Elton, 1958). Esta expansión puede ocurrir de manera progresiva por dispersión de corta
distancia (j.c. Skellam, 1951; Elton, 1958) y/o como transiocación (también llamada
reloclización) areal mediante dispersión a larga distancia (i.e. Elton. 1958), lo que en ambos
casos implica el traspaso de barreras geográficas. Este tipo de eventos han ocurrido en
reiteradas oportunidades a lo largo de la historia del planeta (Vermeij, 1996). por lo que las
invasiones biológicas no constituyen un fenómeno nuevo, ni mucho menos excepcional.
Sin embargo, en los últimos 500 años la colonización humana del planeta ha establecido
crecientes vínculos de intercambio comercial y de transporte, hecho que ha facilitado la
dispersión antrópica de especies desde áreas extremadamente lejanas (Mack el al. 2000).
Estas especies han sido introducidas voluntaria o accidentalmente en nuevas áreas, y en
atención al número, rutas, tasas y distancias gográficas involucradas, se ha estimado que
este tipo de fenómenos no tiene precedentes históricos en el planeta (Elton, 1958; Drake ci
al. 1989; Williamson, 1996; Carlton, 1999).
Desde el punto de vista poblacional, e estudio de las invasiones biológicas (sensu
lato) puede ser enfocado como el traspaso de una serie de etapas o barreras (Kolar &
Lodge, 2000; Richardson et al. 2000; Sakai ci al. 2000; Colautti & Maclsaac, 2004), que en
la mayor parte de los casos resultan efectivas en impedir el establecimiento de una especie
en su nuevo rango (Williamson, 1996). Una fracción menor de las introducciones logran
establecerse como poblaciones viables en el nuevo rango (Williamson, 1996), a las que se
denomina especies naturalizadas aludiendo al hecho que su dinámica poblacional, específicamente su reproducción. se realiza de manera independiente de la asistencia
humana directa (Richardson el al. 2000: Colautti & Mac Isaac. 2004).
Debido al estatus poblacional y persistencia temporal de las poblaciones
naturalizadas, su estudio ha suscitado interés en tres principales áreas. En primer lugar, las
especies naturalizadas pueden exhibir distintos niveles de abundancia o expansión
geográfica en el área recipiente. atributo denominado invasividad. En este contexto, se
intenta reconocer la importancia de los rasgos morfo-funcionales como determinantes de la
invasividad (Elton, 1958; Baker. 1974; Newsonie & Noble. 1986; Noble. 1989; Rejmánek,
1996), así como la importancia de los factores históricos y culturales antrópicos implicados
en la expansión demográfica y geográfica (W:lcove etal. 1998: Grice el al. 2000; Figueroa
el al. 2004). En segundo lugar. la mayor parte de los ecosistemas terrestres albergan
especies naturalizadas (Usher. 1989). hecho que conlleva a investigar los procesos y
mecanismos que permiten el establecimiento de especies exóticas (i.e. naturalización) en
comunidades con las que no comparten vínculos evolutivos (Elton, 1958: Rejmánek, 1989;
Crawley etal. 1999; Levine & DAntonio. 1999; Tilrnan, 1999). En tercer lugar, la
presencia de especies naturalizadas acarrea nndificaciones estructurales y funcionales
persistentes sobre los ecosistcinas y comunidades recipientes (Vitousek & Walker. 1989;
Frias & Rodda. 1998). Modificaciones a la a-biodiversidad (Lonsdale 1999; Sax & Gaines,
2003: Guretevich & Padilla, 2004: Dirham el al. 2005). regímenes de perturbación
(D'Aritonio & Vitousek, 1992: Keeley ci al.. 2003) y ciclos hiogeoquímicos (Loreau 2000;
D'Antonio el al.. 2004). se encuentran entre Íos principales tópicos conceptuales y teóricos
abordados por recientes estudios. PFCHA-Becas Doctor en Ciencias Biológicas Mención Ecología 159p. PFCHA-Becas TERMINADA