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Factores de riesgo para el desarrollo de los diversos tipos de fascitis necrotizante
Fecha
2017Registro en:
ECUACQS-2017-M-DE00014
Autor
Moncada Nuela, Ingrid Estefania
Institución
Resumen
La fascitis necrotizante es una infección que evoluciona de a poco, puede afectar indistintamente a todo el cuerpo, daña la fascia superficial, el tejido subcutáneo, la grasa, nervios, arterias, venas y fascia profunda. En este trabajo se realiza un repaso de los distintos factores de riesgos asociados a esta patología. La puerta de entrada frecuentemente es la zona de un traumatismo que al principio muestra signos de inflamación, el paciente simula un aparente buen estado de salud con síntomas indefinidos, la fiebre y el dolor pueden ser las primeras manifestaciones, posteriormente la piel se torna brillante, lisa con flictenas y líquido serohemático, la necrosis avanza y la lesión es indolora con coloración negruzca y costras que si se eliminaran expondrían la fascia y a la palpación existe crepitación por la presencia de gas, a menudo se acompañada de septicemia, shock o fallo multiorgánico. Son considerados factores predisponentes, la diabetes mellitus, cirrosis, insuficiencia renal, alcoholismo, inmunodeficiencia o una infección previa de las heridas. Se describen cuatro formas microbiológicas, la tipo I polimicrobiana, tipo II causada por estreptococos grupo A y Staphylococcus aureus, tipo III cuya etiología son los Gram negativos e incluye al Vibrio vulnificus y finalmente la tipo IV fúngica. Su diagnóstico al inicio es clínico y microbiológico pero se establece finalmente por exploración quirúrgica, entre los diferenciales se encuentran un hematoma, bursitis, flebitis, celulitis, artritis séptica o una trombosis venosa. El tratamiento debe ser integral abarcando el soporte hemodinámico, un extenso y precoz desbridamiento quirúrgico, antibióticos y analgesia.