La criminalización de la juventud y la gestión de la seguridad en la ciudad intermedia colombiana: El caso de Tunja-Boyacá
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Autor
Zamora Bonilla, Manuel Fernando
Institución
Resumen
Las formas que ha asumido el control social en las sociedades modernas, iluminadas por los juicios de la razón, apenas descubierta, comporta una serie de cambios tendientes a su humanización y que terminaron por encasillar el discurso de la industria del control social en lógicas del prevencionismo y la rehabilitación social del delincuente. Sin embargo, estas ideas fundantes y que imperaron en la modernidad temprana, parece verse superadas, en el tiempo que transcurre, por demandas de una economía acelerada, imprevisible y cada vez más global que reducen los Estados a meros policías cuya función se ahínca, en la preservación de un orden mínimo que permita el flujo del capital.
La fascinación por el orden, el surgimiento de las sociedades disciplinarias, el empleo de técnicas de prevención situacional del delito, la segregación territorial, la hipervigilancia y en general, todas las acciones tendientes a dotar de seguridad al hombre a costa de la criminalización del otro diferente respecto del orden dado y el detrimento de otros derechos como el del espacio público, auspiciados por discursos mediáticos y políticos, serán fenómenos especialmente tratados en las siguientes líneas.
Sin embargo, no es esta la única razón justificante que se pueda esgrimir para dar base sólida a la intención que aquí se plasma. De lo que se trata es de la seguridad, la misma que en los últimos años se ha convertido, especialmente en época electoral, en un lugar común del discurso político; se ha situado como prioridad en las agendas estatales actuales a merced de un vertiginoso despliegue de información que ataca las mentes de los ciudadanos incautos que reclaman justicia creando lazos fuertes de solidaridad y caracterizando la época que discurre como “tiempos signados por el temor: democracias habitadas por ciudadanos del miedo: víctimas” (Calzado, 2013, p. 20). Toda esta amalgama de emociones, reclamos e indignación, encuentran justificación en los procesos de etiquetamiento y criminalización que tienen lugar en la invención del Estado moderno: la ciudad, espacio físicamente geo-referenciado y altamente impregnado por un imaginario común, no siempre acertado o predicable del cien por ciento de los habitantes de una urbe, pero lo suficiente para motivar acciones estatales en su favor y manutención. Con ciudad nos referimos a un proceso de interacción político, económico, administrativo y cultural que tiene lugar en un asentamiento urbano.
Es en la ciudad donde los “relatos del crimen”, a la manera de Caldeira (2007), interactúan y consolidan el precitado imaginario social. Es decir que, un imaginario social signado por miedo y terror a ser víctimas de un delito, y que criminaliza mediante procesos de estigmatización los comportamientos diferentes, provoca una nueva forma de configuración de la ciudad, situación bien importante si tenemos de presente, a la manera de Belil, Borja y Corti (2012), que, “más de la mitad de la población mundial (es decir más de 3.500 millones de personas) viven ya en espacios urbanizados… Esta proporción llegará al 60% en 2020. Este es un hecho histórico sin marcha atrás” (p.13).
Estas modificaciones de la forma de vivir en sociedad a partir del repudio por el delito hacen posibles acciones públicas y privadas en favor de la seguridad ciudadana, las cuales se consolidan a partir de la premisa expuesta por Garland (2007) según la cual, “todas las sociedades deben mantener las conductas desviadas y criminales dentro de límites razonables” (p. 22). Este sentir y actuar estatal y no estatal, ha desembocado en una desgracia para gobiernos actuales que se autocalifican cómo democráticos y respetuosos de la dignidad humana, a saber: la crisis del espacio público y sus correspondientes libertades. En procura de un mejor panorama se presentan algunas disertaciones y aportes enmarcados en los postulados teóricos de la criminología cautelar (Zaffaroni, 2013).
La investigación propuesta contempla dos fases para la construcción y consolidación del conocimiento, “una heurística y una hermenéutica dialéctica, la primera entendida como aquella fase exploratoria, descriptiva de revisión documental y la segunda como aquella de interpretación y análisis de información decantada de los autores y de los datos estadísticos” (Tirado, Peña y Carbonell, 2013, p. 100).
La investigación documental se comprende como un estudio “metódico, sistemático y ordenado con objetivos bien definidos, de datos, documentos escritos, fuentes de información impresas, contenidos y referencias bibliográficas, los cuales una vez recopilados, contextualizados, clasificados, categorizados y analizados, sirven de base para la comprensión del problema, la definición o redefinición de nuevos hechos y situaciones problemáticas, la elaboración de hipótesis o la orientación de nuevas fuentes de investigación en la construcción de conocimiento” (Uribe, 2011, p. 196).
Empleando la estrategia de investigación socio-jurídica, se realizará un estudio de caso, que es importante entre otros motivos, porque al ser un “recurso investigativo y de aprendizaje permanente, nos enseña que nadie aprende solo, pues aprendemos en comunidad, mediatizada por el recurso de la experiencia, por el contacto directo y la inmersión en el mundo social” (Correas, 2009, p 223). Dicho estudio se priorizó en el barrio Centro de la ciudad de Tunja-Boyacá y con la participación de un grupo de jóvenes skaters pertenecientes a programas de la casa del (la) menor Marco Fidel Suárez de Boyacá. El objetivo es identificar las dinámicas en torno a la percepción de seguridad ciudadana que criminaliza la diferencia, así como los instrumentos de operatividad estatal frente a la realización del hecho delictivo, las relaciones ciudadano-espacio público y las organizaciones ciudadanas que forjan y mantienen el tejido social.
En términos Weberianos, rememorados por Corbetta (2007) “Si la sociedad se construye a partir de las interpretaciones de los individuos, y su interacción es la que crea las estructuras sociales, para entender la sociedad debemos observar dicha interacción” (p.23). Por ende, el recurso del estudio de caso resulta interesante, al ser un estudio micro-sociológico se encamina a develar situaciones macro que comprometen la institucionalidad desde una realidad subjetiva que la legitima o la deslegitima.
Se optará por una investigación de método mixto, se emplearán recursos de investigación de tipo cuantitativo como cualitativo, -bien sea a manera de documentos, entrevistas individuales semiestructuradas, encuestas u observaciones -, en procura de una mayor objetividad en la información recolectada y que se emplearán según su mayor o menor grado de relación con el objeto trazado.
Con todo, se abordará un momento analítico y propositivo, enmarcado en una investigación de tipo argumentativo que pretende, a partir de la información obtenida en los dos momentos anteriores, solucionar la pregunta de investigación ¿Cómo impactan los discursos de la criminalización de la juventud en la gestión de la seguridad ciudadana en el barrio (Centro) de la ciudad de Tunja-Boyacá para 2018?, para finalmente, proponer elementos de mejoramiento a los instrumentos de gestión de la seguridad que tengan presente en su formulación la situación vivida en las ciudades de media y menor densidad poblacional.
El documento presenta un estructura tripartita, en el primer capítulo se reseñan los principales estudios realizados con respecto al vínculo espacio público frente a la cultura y el delito considerando el marco jurídico hacia la política criminal, en un segundo escenario se presentan los resultados del estudio de caso propuesto sobre las dinámicas de seguridad ciudadana, a partir de la interacción con transeúntes, servidores públicos que inciden en la materia y un grupo social de jóvenes skaters, en el barrio (centro) de la ciudad de Tunja-Boyacá para 2018. Finalmente, en un tercer plano, se formulan algunas disertaciones que repercuten en los discursos de criminalización contra la juventud, de diversa índole, en las relaciones ciudadano-espacio público e instrumentos de política pública de gestión de la seguridad ciudadana, veamos.