Informe Final
DESARROLLO Y ADAPTACION DE SENSORES INDUSTRIALES PARA CONTROLAR Y OPTIMIZAR LA OPERACION DE PROCESOS INVOLUCRANDO DISPERSIONES LIQUIDAS Y MINERALES
Institución
Resumen
El origen del proyecto fue desarrollar y perfeccionar en Chile la tecnología de sensores para dispersiones líquido-sólido y orgánico-acuoso, buscando mejorar o introducir control en línea y mayor eficiencia en equipos de proceso de las industrias del cobre, petróleo, de agua potable y aguas servidas. La metodología utilizada fue formar un equipo multidisciplinario de ingenieros de diferentes especialidades en dos universidades chilenas. Se buscó la asesoría en investigación de un profesor de la Universidad McGill, Canadá, y la experiencia en operación de ingenieros de empresas de las industrias mencionadas. Se ejecutaron trabajos de titulación de alumnos de ingeniería eléctrica, mecánica y química de la Universidad de Magallanes durante los 4 años del proyecto, se construyeron prototipos de sensores y, a partir de ellos, sensores industriales para las necesidades detectadas en dichas industrias. El proyecto dio origen a tres productos y un servicio que tienen posibilidades de ser comercializados con éxito. Los impactos económico-sociales y tecnológicos dicen relación con haber construido productos tecnológicos no existentes en Chile y con la generación de mayor productividad y eficiencia en empresas a partir del uso de estos productos. Uno de los productos, CONDU, es un sensor que, a través de mediciones de temperatura y conductividad eléctrica entre anillos espaciados a lo largo de una sonda de 1.8 metros de largo, determina niveles de sólidos. Fue diseñado para decantadores y espesadores en plantas de tratamiento de agua. En Canadá esta idea se ha aplicado a calcular contenido relativo de sólidos en espesadores en minería y procesos de flotación en empresas de pulpa y papel. El conocimiento adquirido sobre la eficiencia de los procesos de tratamiento de aguas, impulsó la construcción de un segundo sensor para medir nivel en filtros gravitacionales, Denominado CAPAC, permite como el anterior economías en la operación y un mayor control de los procesos. El tercer producto es un sensor que se ha llamado INDUC, que con un recubrimiento epóxico sin contactos eléctricos expuestos al medio, mide conductividad y temperatura. Este puede ser usado en aplicaciones con fluidos inflamables. Asociado a estos productos se ha entregado una asesoría a los usuarios para mejorar la eficiencia de los procesos. Esto permite una interacción entre ingenieros de la empresa y académicos de la Universidad lo que ha traído otros beneficios en la forma de contratos o trabajos de diferente naturaleza. El conocimiento de otros productores de aparatos electrónicos en el país ha impulsado la idea de comercializarlos en conjunto. Se estudia la mejor forma de transferir estas tecnologías. Considerando el estado primario de este tipo de emprendimientos en Latinoamérica y las dificultades de encontrar inversionistas, es probable que la mejor forma de transferencia sea usar en una primera etapa una empresa de responsabilidad limitada perteneciente a la Universidad de Magallanes, la cual comercialice los dispositivos antes mencionados y otros productos electromecánicos fabricados en Chile, lo que ha interesado a dos fabricantes contactados. Esta asociación debería potenciar al conjunto, en ventas y en transferencia de conocimientos. Esta vía de transferencia también nace porque los sensores son un negocio especializado y no son productos de comercialización masiva. Por lo tanto el negocio puede no ser atractivo para inversionistas en los primeros años. Sin embargo, para la Universidad el atractivo se encuentra en que ya tiene el know-how, personal y equipos para hacerlo, aumenta su prestigio y la interacción con empresas, mejorando la docencia. Las utilidades que se obtengan servirán para el desarrollo de nuevos productos ya diseñados, como un sensor de vibraciones, útil para la medición de diferencias en densidad o viscosidad y un software que permita cálculo de inventarios en equipos de proceso. Los impactos institucionales y regionales son positivos e importantes y no hay impactos ambientales negativos.