dc.creatorCarranza, Luis E.,
dc.date.accessioned2017-04-07T19:07:11Z
dc.date.accessioned2024-08-01T16:53:14Z
dc.date.available2017-04-07T19:07:11Z
dc.date.available2024-08-01T16:53:14Z
dc.date.created2017-04-07T19:07:11Z
dc.date.issued2000
dc.identifierhttps://repositorio.utdt.edu/handle/20.500.13098/6253
dc.identifier.urihttps://repositorioslatinoamericanos.uchile.cl/handle/2250/9536894
dc.description.abstractDebido a la insistencia del pintor Diego Rivera, Narciso Bassols, el Secretario de Educación de 1931 a 1934, contrata a Juan O’Gorman como arquitecto para la Secretaría de Educación Pública (SEP). Bajo la dirección de Bassols, en el año 1932, O’Gorman construye y restaura cincuenta y tres escuelas con el limitado presupuesto de un millón de pesos. Dichas escuelas estaban destinadas a albergar a los 30.000 niños de la Ciudad de México que se encontraban sin edificios adecuados para la enseñanza. En las veinticinco escuelas que se proyectaron, O’Gorman y su pequeño equipo de arquitectos e ingenieros siguieron el lema funcionalista de «lógica y economía» que reflejaba el deseo de Bassols de no desaprovechar «ni un rayo de sol». Como se observa en sus propios escritos y en la Autobiografía de O’Gorman, Bassols estaba muy interesado en los beneficios económicos y pragmáticos de la arquitectura funcionalista. Esta nueva arquitectura también apoyaba sus reformas educativas cuya estructura estaba guiada por bases científicas y modernas, por una vocación social y humana, por un interés material pero con espíritu trascendental y por el intento de cambiar la realidad y la conciencia mexicanas.
dc.publisherUniversidad Torcuato Di Tella. Escuela de Arquitectura y Estudios Urbanos
dc.relationBlock :revista de cultura de la arquitectura, la ciudad y el territorio
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.titleNarciso Bassols y Juan O'Gorman: la utopía arquitectónica del nuevo estado
dc.typearticle


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