dc.description | La pandemia del virus COVID-19 nos sorprendió súbitamente. La manera en que llevábamos a cabo la mayor parte de las actividades, en alguna medida, se vio trastocadas por este fenómeno. La docencia universitaria no fue la excepción.
En efecto, una de las primeras medidas de amplio espectro fue el cierre de los centros educativos. Según la UNESCO ello afectó al 91,3% del total de estudiantes matriculados en el mundo. Es decir, más de 1.500 millones de personas se quedaron sin poder asistir a sus clases presenciales (2020a).
Frente a ello, lo digital copó la escena y nos forzó a adaptarnos a las plataformas tecnológicas de una manera abrupta.
La mayor parte, sino todas, las aristas del proceso de aprendizaje y enseñanza mutaron. En esta oportunidad, los y las invito a que analicemos el proceso de evaluación en este contexto particular que, en cierta parte, llegó para quedarse. | |