El 2011 en Chile fue un año en el que el movimiento estudiantil protagonizó extensas jornadas de movilización con el fin de presionar a la política institucionalizada para llevar a cabo transformaciones sustanciales en el modelo de desarrollo del país y en la forma en que los diversos actores del sistema entraban en relación. Los partidos políticos se vieron obligados a repensar no sólo su discurso, sino que también su propia articulación interna, para hacer eco de las duras críticas provenientes de las juventudes movilizadas. Lo anterior visibilizó una vez más la necesidad de comprender la manera cómo las nuevas generaciones estaban ejerciendo su rol político en la sociedad y sobre todo cómo se estaban formando para dicho ejercicio. El 2016 se promulgó la ley 20.911 que estableció el Plan de Formación Ciudadana y creó la asignatura de Educación Ciudadana, obligatoria desde el 2020 en los dos últimos niveles de educación media. En el marco de esta necesidad formativa desde el Ministerio de Educación se ha generado abundante material disponible para todos los establecimientos del país. El presente trabajo recoge y sistematiza las aportaciones de varios autores en Chile acerca del análisi de los programas de enseñanza destinados a la formación ciudadana y agrega una revisión de los aspectos contenidos en los textos de estudio para establecer aquellos énfasis, presencias y/o ausencias declaradas por el Ministerio de Educación, que proporciona un marco mínimo común para las nuevas generaciones y modela un tipo de ciudadano/a en particular.