A causa del confinamiento social prolongado por la pandemia covid-19, se vio transformada y perturbada la comunicación entre padres e infantes que comparten un mismo hogar. Durante el confinamiento, compartir espacios para el juego y el dialogo fue complejo, donde los límites entre el inicio y fin de las actividades laborales y recreativas se fueron perdiendo. Generar un tiempo de calidad en familia es necesario para los niños que se encuentran en pleno desarrollo del ámbito físico, cognitivo y emocional. Por consiguiente, la investigación propone compartir un espacio de encuentro entre padres e hijos durante la infancia temprana, con el objetivo de construir una experiencia que los invite a relacionarse a nivel corpóreoafectivo a través de la percepción del contacto con la piel, en movimiento. Para lograr la experiencia, se diseñó una metodología con herramientas de la danza, seleccionadas de soportes práctico-teóricos como el Body-Mind Centering® y el Contacto Improvisación, de modo que surge una propuesta metodológica experiencial y participativa. La investigación logró observar que se construye una experiencia de relaciones corpóreoafectivas dentro de la familia como escenario de vida, las cuales afloran tras la exploración de elementos como la percepción del contacto y el movimiento. Este toque en movimiento despierta afectividad, así como una presencia que brinda seguridad a sus integrantes. En consecuencia, se construye un entono de relaciones horizontales que logran fortalecer la calidad de los vínculos familiares, así como edificar sólidas bases para la comunicación de los infantes con el mundo. Se fomenta una cultura somática en las relaciones familiares para que vivencien desenvolverse desde la percepción amplificada de sus corporalidades a través de una experiencia del arte, en este caso, la danza.Due to the prolonged social confinement because of the covid-19 pandemic, communication between parents and toddlers that live in the same household was transformed and disturbed. During confinement, sharing spaces for play and dialogue was complex, where the boundaries between the beginning and end of work and recreational activities were lost. Generating quality family time is necessary for children who are in full physical, cognitive and emotional development. Therefore, the research proposes to share a meeting space between parents and children during early childhood, with the aim of building an experience that invites them to relate at the corporeal-affective level through the perception of contact with the skin, in movement. To achieve the experience, a methodology was designed with dance tools, selected from practical-theoretical supports such as Body-Mind Centering® and Contact Improvisation, so an experiential and participatory methodological proposal emerges. The research managed to observe that an experience of corporeal-affective relationships is built within the family as a life scenario, which come out after the exploration of elements such as the perception of contact and movement. This touch in movement awakens affectivity, as well as a presence that provides security to its members. Consequently, an environment of horizontal relationships is built that manages to strengthen the quality of family ties, as well as build solid bases for the communication of infants with the world. A somatic culture is fostered in family relationships to embody an experience of art, in this case, dance.