Práctica Profesional
Centro Urológico Hondureño
Autor
Kenia Pamela Lopez Flores
Resumen
El sondaje vesical consiste en la inserción de una sonda en la vejiga a través de la uretra para evacuar orina. También se puede acceder a la vejiga directamente puncionándola con un catéter especial a nivel suprapúbico (Cistocath®). Alrededor del 10-15% de los pacientes hospitalizados requieren un sondaje vesical, siendo una técnica con un alto riesgo de provocarán infección urinaria. Hasta un 80% de los casos de infecciones urinarias nosocomiales están asociadas al catéter vesical. Además, el paciente con sonda vesical permanente y la persona que lo cuide, en caso de no ser autónomo, tendrá que aprender a realizar unos autocuidados de forma correcta, para evitar la aparición de complicaciones (infecciones, obstrucción de la sonda…). Así mismo, el paciente tendrá que afrontar una serie de problemas psicosociales derivados de la nueva situación. Actividades de la vida cotidiana y de la vida social y familiar que hasta el momento no representaban ningún problema, pueden suponer, en una persona con sonda permanente, una fuente de miedos, dudas y complejos. Todo paciente que sea dado de alta a su domicilio con una sonda vesical permanente, deberá llevar unas pautas claras a seguir. Y la enfermera de su centro de salud deberá ir evaluando periódicamente la forma en que realiza los autocuidados de la sonda y la posible aparición de complicaciones y señales de alarma.