Honduras carece de opciones de vivienda y de financiamiento accesible, como se menciona en Hábitat para la Humanidad Honduras (2017), dificultando el proceso de independencia y desarrollo de muchos hondureños, especialmente los adultos jóvenes y los adultos mayores. Actualmente, existe un déficit de 25 mil viviendas al año en Honduras, según el INE (2020). De igual manera, no existen casas de retiro para personas jubiladas donde pueden cambiar de ambiente, mejorar su calidad de vida, al mismo tiempo que mantienen su independencia y autonomía. Solo existen 28 centros de atención para los adultos mayores que funcionan como asilos y no cumplen con todas las necesidades de los usuarios (SEIP,2012). Adicionalmente para los adultos jóvenes, el promedio del costo de un apartamento está entre 8 mil a 10 mil lempiras, lo cual es un precio alto para una gran parte de los hondureños, especialmente los jóvenes. Cumplir con todos los requisitos de los bancos para pedir ayuda con el financiamiento de una vivienda es sumamente difícil para los adultos jóvenes ya que, la mayoría no califica por falta de crédito y garantías.