En la forma como concebimos el trabajo en América Latina, en la cual alguien es dueño de los medios de producción y es a este patrón o jefe al que debemos sujeción, el teletrabajo viene a ser la panacea, es una salida reflexiva a liberarse de las ataduras conceptuales de función de tiempo y tarea por lo que brinda esa oportunidad de exponer nuestras ideas y contribuciones hacia una independencia real tanto mental como laboral en nuestro quehacer diario. El teletrabajo presenta igualmente una salida al proceso educativo y de formación continua en el cual la persona vale por los conocimientos que tiene y su destreza intelectual, no podría constituirse en la salida ideal, pero frente a las estructuras deterioradas y poco operativas a nivel regional de los sistemas educativos, esta podría resultar una alternativa para que los Hondureños adquiramos una cultura del autoestudio y una formación constante, hecho por el cual podría resultar altamente provechoso en un mundo que se mueve por certificaciones de calidad y criterios científicos orientados a resultados. Con ocasión de la pandemia generada por el (Covid-19), el sector público y privado se ha visto obligado a suspender sus actividades para evitar el contagio. El cierre de las empresas decretado por el gobierno a través del Decreto PCM 021-2020, ha obligado a una considerable cantidad de personas que desempeñan labores de oficinas, a trabajar desde su casa, en la modalidad de teletrabajo. El objetivo general de este estudio fue proponer el proyecto de la Ley Especial de Teletrabajo en Honduras, para regular los derechos y obligaciones de las partes con esta modalidad. El enfoque utilizado fue el cualitativo, a través del método interpretativo y el método de Derecho Comparado, donde se analizaron las legislaciones de Panamá y Perú en comparación con la legislación de Honduras. Se obtuvieron los preceptos jurídicos para concluir con la propuesta de crear una Ley Especial de Teletrabajo para regular esta modalidad en Honduras.