El proceso de globalización, entendido como toda actividad humana que traspasa una frontera, ha permitido afianzar dos conceptos: apertura económica e integración. La primera, debido a la incesante competitividad de los mercados, como consecuencia de unos demandantes cada vez más exigentes. Y por otra, la integración como alternativa para enfrentar esa competitividad. Suramérica, no ha permanecido ajena a estos fenómenos; diversos procesos de integración han marcado la dinámica comercial y política de la región, sin lograr hasta la fecha un óptimo proceso que logre la cohesión de los Estados, sus intereses y expectativas. Cual es el estado actual de los procesos de integración y su futuro inmediato, es el objeto de análisis de este artículo, que busca, desde la investigación de las variables económicas, políticas y socio-culturales, analizar los obstáculos que mantienen a algunos de nuestros países en un permanente rechazo al tema de la integración.