In 1848, Claude François Brunet Debaines was hired by the Chilean government to lead the construction of the most important public buildings of the country and to organize the first academic course for architecture at the Universidad de Chile. This French architect was the first “Architect of the Government”, position in which he was succeeded by other professionals in the decades that followed. The recognition and professional valorization of architects in the government administration was strengthened with the foundation, in 1887, of the Ministry of Industry and Public Works (Ministerio de Industria y Obras Públicas), where a Department of Architecture was created. Both the organization of an educational program and the creation of government positions for architects suggest that the 19th century as the century of the professionalization of architects, in the sense that their work was considered as a noble and necessary one for the progress of the country. While this appears to be an indisputable fact in historiography, it seems pertinent to inquire about the context that made this process possible, the ways in which architects were recognized by the State, and the role that architects fulfilled in establishing the criteria for the valorization of their own work and status. By offering some background of the history of architects in the colonial era and during the 19th century, and through the analysis of sources dated between the 1850’s and the 1880’s and the application of some concepts derived from the field of the sociology of the professions, I will identifysome of the strategies that allowed to construct and delimit the architects’ practices and discourses. The object of these strategies was to determine the scope of action of these “new professionals” who expected and were expected to participate actively in the process of Nation-building.Key words: History of Architecture, architects, Chile, 19th century, Sociology of professionsEn 1848 fue contratado por el gobierno chileno Claude François Brunet Debaines, quien tenía como tarea hacerse cargo de la construcción de obras públicas y organizar el primer curso académico de arquitectura del país en la Universidad de Chile. Este arquitecto francés fue el primer “arquitecto de gobierno”, cargo en el cual fue sucedido por otros profesionales en las décadas que siguieron. El reconocimiento y la valoración profesional de los arquitectos en la administración gubernamental se selló con la creación, en 1887, del Ministerio de Industria y Obras Públicas, donde se organizó una Dirección de Arquitectura. Ambos fenómenos, tanto la creación de un programa educativo como la de fuentes de trabajo estatales, permiten conjetura que el siglo XIX fue el de la profesionalización de la arquitectura en el país, en el sentido de que fue cuando la ocupación fue reconocida por el Estado como un trabajo honorable y necesario para el progreso de Chile. Si bien esta tesis parece ser un hecho indiscutible en la historiografía, es pertinente preguntarse qué condiciones posibilitaron este proceso, de qué manera fueron reconocidos los arquitectos por el Estado, y qué rol cumplieron los propios arquitectos en el establecimiento de criterios de valorización de su trabajo y su estatus. A través de un repaso breve de la historia de los arquitectos en la colonia y el siglo XIX, del análisis de fuentes documentales de entre las décadas de 1850 y 1880, y de la aplicación de conceptos derivados del campo de la sociología de las profesiones, en el presente artículo identificaré algunas estrategias de construcción y delimitación de las prácticas y de los discursos de los arquitectos, cuyo objetivo fue determinar las áreas de acción de estos “nuevos profesionales” que pretendían, tal como se esperaba de ellos, participar activamente en la construcción de la nación.Palabras clave: Historia de la arquitectura, arquitectos, Chile, siglo XIX, sociología de las profesiones