El presente artículo critica la política criminal de enfrentamiento de drogas en Chile, concretamente, la figura delictiva de microtráfico. A su vez, sostiene que aquella opera con transgresión a los principios de lesividad y proporcionalidad del Derecho Penal, selectivamente, y con una completa inobservancia de un enfoque de género. Para ello ha querido dar relieve, a la manera injusta en que la normativa y su consecuencial aplicación, trata a ciertos grupos desventajados, centrándose particularmente en la situación de las mujeres. Para finalizar, repasa las causas del fenómeno delictual femenino en esta clase de ilícitos, en atención a su creciente encarcelamiento a nivel nacional como internacional.