| dc.description | A la par del desarrollo de la modernidad y de su confianza en la fuerza de la raz?n y del valor formativo del conocimiento, para el logro de los ideales de libertad, orden y progreso sociales, lo mismo que
para llevar a los individuos a hacer parte por s? mismos de este proceso, desde el siglo xviii en occidente, la instituci?n escolar y su misi?n educadora empezaron a ser vistas, cada vez m?s, como pilares fundamentales para la modernizaci?n social. No obstante, desde entonces hasta el presente,
la instituci?n educativa en sus diferentes niveles no ha sido siempre, en su ser y en su quehacer, lo suficientemente coherente con estos ideales.
Los numerosos y diversos cambios que se operan mundialmente, a partir de los a?os sesenta del pasado siglo, que han dado paso a la globalizaci?n y a la llamada ?sociedad del conocimiento?, han hecho m?s patente la desarticulaci?n entre la escuela y su quehacer, y lo que la sociedad espera
de ella para el logro de los ideales modernizadores, entendidos aqu? en sentido amplio.
En gran medida, esta situaci?n motiva las cr?ticas que se le formulan a la educaci?n, en general, y a la universitaria en particular, desde distintos sectores, en las cuales se demanda una mayor calidad, pertinencia, competitividad y equidad educativas. Responder a estos requerimientos, conlleva
transformar la educaci?n en sus distintos aspectos, tanto en aquellos relacionados con su impacto en la sociedad, espec?ficamente en entornos particulares, como en lo atinente a los procesos y prop?sitos de formaci?n, como tales, que comprenden su orientaci?n, estructura, contenidos y pr?cticas
escolares.
Para la orientaci?n de estos cambios han de tenerse en cuenta, entre otros, la cientifizaci?n de las profesiones, el debilitamiento de las fronteras entre las disciplinas y el fortalecimiento del di?logo entre estas, de forma que coadyuven para una formaci?n interdisciplinaria, la flexibilizaci?n de
los espacios, tiempos y contenidos de formaci?n, que caracterizan las principales tendencias curriculares y que permiten una educaci?n m?s inclusiva. Igualmente, los desarrollos cient?ficos y tecnol?gicos incorporados en los proceso de producci?n y organizaci?n del trabajo y en las comunicaciones, y, al interior de la instituci?n educativa, la incorporaci?n de las tic, que impactan, de manera particular, los procesos y las metodolog?as para la ense?anza y el aprendizaje, dentro y fuera del aula.
Respecto de estas demandas que se le plantean a la educaci?n en el momento presente, corresponde a la instituci?n universitaria atender las exigencias que a ella, en particular, la sociedad contempor?nea le formula, y, por otra parte, participar activamente en la transformaci?n de los niveles educativos que anteceden a la educaci?n superior, a fin de hacer posible una escuela realmente moderna y una educaci?n de calidad. | |
