El trabajo analiza rasgos metateatrales en la mojiganga de Antonio de Monteser, La ballena (1657-1658), pieza cómica que se representó como cierre en la fiesta teatral palaciega para Felipe IV. Esta mojiganga -única en su tipo- se escenificó en el Estanque Grande del Buen Retiro bajo la forma de una mascarada grotesca a las órdenes del actor Escamilla, devenido “alcalde de mojiganga” ante los ojos de los espectadores. Tanto la intensa autorreferencialidad propia del género, como la presencia de personajes-actores y el desfile de figuras de origen carnavalesco que antecede a la aparición de la ballena y esta misma son componentes metateatrales. El artificio se complejiza aún más cuando la ballena arroja por la boca animales exóticos y un cofre mundo o mundi nuevo, del cual salen tres muchachos disfrazados de monos. Se pretende mostrar cómo el poder desestabi- lizador del metateatro, que proviene de su capacidad de problematizar los límites entre ficción y realidad, se potenciaría al conjugar ambiguamente el efecto “teatralizante” del grotesco de la fábula carnavalesca con el efecto de “real” provocado por las particulares condiciones de producción y recepción de la mojiganga en palacio: el escenario acuáti- co, la tecnología y los espectadores regios.