En el presente trabajo nos proponemos reflexionar sobre el límite del espacio, el límitede la nación y su territorio, a partir de los lugares que interpelan el mapa heredado ydejan de lado la cartografía oficial en tanto se abren a la exploración del espacio comoposibilidad. Lugares en los que la misma ficción de la traza alcanza su propio límite y revelala finitud de la trama frente a la contigüidad del territorio habitado. Lugares negadosen la cartografía estado-céntrica que se vuelven amenaza de las certezas positivas y seinterrogan por el “deber ser” en tanto “siendo” desde experiencias particulares.Reflexiones que se dan desde la porosidad de la frontera argentino-boliviana en ellímite Aguas Blancas-Bermejo, a partir del trabajo de las mujeres “bagayeras”, mujeresque cruzan mercaderías por circuitos que evitan el control aduanero y de Gendarmería.A nuestro entender, espacios y trabajos conflictivos, superpuestos, performativos en símismos. Fronterizos.Es desde un cartografiado cultural que damos cuenta de lugares particulares deenunciación que son, a la vez, lugares desde donde se teoriza.