Hábitat colectivo de carácter social con enfoque étnico en la comunidad Awá reasentada en Tumaco, Nariño

Abstract

El desarrollo del trabajo comienza en el año 2022, investigando múltiples informes y documentos acerca del desplazamiento forzado en Colombia actualmente, esta investigación arrojó a Nariño como el departamento con mayor número de acontecimientos de desplazamiento masivo, especialmente en contra de una comunidad indígena denominada el “Pueblo Awá” que debido a la ubicación geográfica de sus resguardos, se encuentran en medio de la guerra entre grupos armados por el control de los cultivos ilícitos de la zona. A partir de este punto el trabajo tiene como objetivo reasentar a una de estas comunidades desplazada en un punto por fuera del conflicto actual, intentando contribuir a su seguridad, pero también a la preservación de su cultura; proveyéndoles con una vivienda adecuada, que apoye la posibilidad de integrarse a las dinámicas urbanas, mientras crecen como comunidad.

Mediante múltiples fuentes, contacto con actores de la comunidad, consultas a los documentos oficiales de sus organizaciones, se logra llegar a un acercamiento sobre la cosmología, sus deseos como comunidad, sus viviendas, materiales y costumbres usadas actualmente, por lo tanto, se toma esto como base para la organización comunal de las viviendas y espacios compartidos, además de la espacialidad, forma y materiales para la vivienda familiar.

El proyecto se ubica en un lote entre el sector rural y urbano del casco de Tumaco, en este se analizan factores como la privacidad, preexistencias, vegetación, para lograr una distribución urbana de acuerdo con los ejes comunitarios que identifican a la comunidad: educación, compartir de saberes, rituales, conexión, producción, entre otros, identificando los espacios adecuados dentro del lugar para ubicar actividades relacionadas a estos. Todo teniendo como hilo conductor la vegetación circundante, respetando uno de los ideales awá más importante: la idea del territorio como un todo.

Así mismo se implementan múltiples estrategias de sostenibilidad y autosostenibilidad, con el objetivo de hacer de las viviendas y la comunidad en general parte de una forma de vida que no afecta permanentemente al entorno, siendo que la comunidad awá ha desarrollado por décadas técnicas y conocimientos que le permiten aprovechar los recursos sin dañar el territorio. Estas técnicas ancestrales se combinan con otros elementos para lograr diferentes sistemas que permiten una arquitectura pasiva.

Las viviendas familiares se basan en la identificación de las dinámicas realizadas por la comunidad, creando cada espacio con una morfología adecuada para las mismas, y juntándolos para dar paso a la vivienda, adaptada a elementos como el clima tropical del Nariño, la dirección del sol, las altas temperaturas y fuertes vientos, finalmente integrando el espacio de producción agrícola y entorno natural en cada vivienda, inspirándose en la permacultura, el arte de diseñar espacios de vida, territorios funcionales, profesiones y vidas ricas en significado, inspirados en la naturaleza.

Este concepto se adapta también a la vivienda comunitaria, espacios abiertos que tienen el objetivo de acercar a los miembros de toda la comunidad y facilitar el trabajo en equipo, los rituales, celebraciones, intercambio de saberes entre otros, todos estos espacios usando elementos constructivos en madera y guadua conseguidos dentro de la región y que son conocidos por los habitantes, además de un modelo constructivo que provee seguridad a la construcción mientras se implementan técnicas típicas como los amarres entre uniones y patrones autóctonos para los cerramientos.