RESUMEN: En el siglo XXI el mundo experimenta constantes cambios que implican diferentes maneras de aprender y enseñar, por lo que es inevitable dialogar en el marco de las nuevas tecnologías y el impacto que estas tienen en los diferentes sectores del contexto académico y de la vida en general. Esa misma realidad nos muestra un problema dentro de las prácticas docentes, debido a que la actualidad le exige al profesorado estar enterado y capacitado sobre los avances tecnológicos, dado a que sus principales consumidores son los jóvenes, lo que amerita de un esfuerzo por parte de la educación, para resignificar los espacios que son de su gusto y que son objeto de señalamiento por parte de las visiones apocalípticas que refutan la integración de los medios en la cultura. Un elemento clave para llevar a cabo esta misión es el reconocimiento de las Redes Sociales Virtuales como espacios potenciales de diálogo. Aquí se permite el encuentro de diferentes visiones del mundo y la academia tiene el reto de abordarlas de forma crítica y propositiva. Para ello se ha decidido crear una iniciativa a partir de la Red Social Instagram, la misma que ha servido de encuentro para millones de personas, pero que ha estado sujeta a juicios de valor, dado su particular enfoque hacia la imagen y las múltiples divergencias que le secundan: pornografía y erotismo.