Durante hemorragias e isquemias, el Sistema Nervioso Central (SNC) responde sistémicamente a las lesiones desarrollando un proceso inflamatorio, que es producto de la activación glial que si perdura conlleva a la degeneración neuronal (Xia, W. et al, 2010 y 2013). Esta activación (microglia y astrocitos) está asociada a cambios morfológicos de estas células, las cuales empiezan un proceso de proliferación y de producción de mediadores pro- y anti-inflamatorio como TNF-?, NO y ROS (mediadores pro-inflamatorios) los cuales se ha demostrado son responsable de iniciar y mantener mecanismos neurodegenerativos (Heneka, M. et al, 2007. Estos cambios se han evidenciado en patologías como el Alzheimer, Parkinson, Esclerosis Lateral y dolor neuropático. Por lo anterior, se ha sugerido que la modulación de la respuesta inflamatoria podría reducir la neurodegeneracion típica de estas patologías (Heneka, M. 2010).