El proyecto se plantea como una intervención a nivel urbano en el que se pretende contrastar la problemática de la segregación social que trae consigo factores como la violencia e inseguridad en el barrio Las Cruces en el centro histórico de Bogotá, con un modelo de integración social incorporando actividades a lo largo de un eje central que conecta dos de los puntos más relevantes: La plaza principal y la plaza de mercado. Se proyecta una intervención integral con actividades tanto en el espacio público como en una nueva serie de equipamientos que revitalicen el sector, devuelvan la confianza de las personas que lo habitan y de la ciudad hacia él y se cree una nueva imagen positiva del barrio que sea atractiva para los transeúntes y evite el continuo deterioro actual.