En Guatemala la delincuencia juvenil se ha venido dando, como uno de los fenómenos sociales más comunes, los jóvenes son “presa” fácil para quienes el delinquir es una profesión. Los factores para que un joven decida entrar a una mara o pandilla, o simplemente delinquir por su propia cuenta, al parecer, son muchos. En la etapa de la adolescencia se sufren cambios físicos, psicológicos y sociales, los cuáles crean un tipo de aislamiento entre el joven y las personas adultas, lo cual hace que en algunas ocasiones el joven decida unirse a grupos delictivos, como una forma de reto personal, y al final lo único que encuentra es un callejón sin salida. La pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades, parecen ser otros de los factores que inciden en el crecimiento de éste fenómeno. La desintegración familiar, la maternidad y paternidad irresponsable, la falta de valores en las escuelas, favorecen a crear jóvenes insensibles, carentes de afecto y sin un análisis de pensamiento propio.