La violencia de género es una realidad dentro de las universidades. Una de sus manifestaciones más comunes es el Hostigamiento y Acoso Sexual (HAS) que, de hecho, afecta a una población significativa de la comunidad universitaria (profesores, estudiantes y personal administrativo). Esto no solo convierte a las universidades en lugares poco seguros, sino también en espacios que permiten y reproducen este tipo de violencia. Aunque las universidades, por medio de protocolos, han tratado de darle solución a este problema, las respuestas tienden a ser insuficientes y limitadas. Tal es el caso de la Pontificia Universidad Javeriana (sede Bogotá), cuya respuesta institucional para los casos de HAS es el “Protocolo para la Prevención, Atención, Acompañamiento, Orientación y Seguridad de Casos de Violencia y Discriminaciones en la Pontificia Universidad Javeriana” del año 2018. Dicha respuesta es percibida por los y las estudiantes como una herramienta que no es efectiva en su función, lo que se traduce en diferentes acciones alternativas por parte de la comunidad estudiantil y las colectivas universitarias.